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Reportaje:CANAL + | 'NEANDERTHAL'

El último encuentro con la otra especie humana

Javier Sampedro

Ni Hollywood ni los novelistas de ciencia-ficción se han enterado todavía, pero usted tiene hoy la ocasión de saber lo que nadie, fuera de una docena de polvorientas instituciones académicas del mundo, ha podido intuir hasta ahora: que el ser humano no ha evolucionado por un lento, gradual e inevitable progreso hacia las alturas del intelecto, sino gracias a unos pocos saltos bruscos, azarosos y tan impredecibles como la vida misma. Olvídese de esas láminas en las que un mono se va irguiendo paso a paso hasta convertirse en Charlton Heston. La evolución humana se parece mucho más a lo que muestra la serie documental Neanderthal, de la magnífica productora Wall to Wall Television, que Canal + emite este domingo y el próximo (a las 15.00).

Neanderthal tiene muchas virtudes, pero su mayor contribución a la divulgación científica es mostrar, gracias a una dramatización eficaz, cómo el hombre de Neanderthal, la especie primitiva que dominó Europa y Oriente Próximo durante nada menos que 250.000 años, se encontró de pronto, hace unos 40.000 años, con unos recién llegados más débiles físicamente, pero también mucho más inteligentes y creativos: nosotros mismos, el Homo sapiens sapiens, que ahora llena el mundo con sus 6.000 millones de ejemplares. El encontronazo entre las dos especies fue fatal para los neanderthales, que se extinguieron poco después, seguramente sin tener una idea clara de qué les pasaba.

Los héroes (o antihéroes) del documental son los ocho miembros de un pequeño clan neanderthal que vivió en el sur de Francia hace 35.000 años, tal vez los últimos representantes de su especie en la faz de la Tierra. La espectacular reconstrucción de estos humanos primitivos ha sido obra de Crawley Creatures, la misma compañía que dio vida a los reptiles gigantes de Caminando con dinosaurios, al Jabba de El retorno del jedi y al Joker de Batman. La descripción de sus vidas breves e ingratas está basada en la ciencia más sólida y avanzada, pero se desenvuelve ante el espectador con la facilidad de una telecomedia (sin disco de la risa) y la eficacia de un thriller (con la sangre justa).

Los neanderthales usaban el fuego, fabricaban herramientas y se transmitían conocimientos entre generaciones, pero su cultura y su técnica permanecieron estancadas durante 250.000 años. La innovación creativa tuvo que esperar a la aparición de nuestra especie, y basta contemplar la escena del encuentro para saberlo. No se pierdan el pavor casi religioso del neanderthal frente a la mirada chispeante del recién llegado: unos ojos a punto de romper en carcajadas.

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