Las protestas contra el Plan Hidrológico
Es indiscutible que la clase política cada día se aleja más de la sociedad civil. Nuestros gobiernos ya ni se molestan en escuchar a la ciudadanía antes de tomar decisiones que nos afectan a todos, y estas decisiones a menudo perjudican a la mayoría en beneficio de la minoría de siempre.
Esta actitud se observa claramente a propósito del Plan Hidrológico Nacional. El Gobierno central lleva a cabo su plan despreciando las protestas de miles de ciudadanos. El Ejecutivo de la Generalitat hace lo mismo en Cataluña; un triste intercambio de cromos.
Lo que resulta más lamentable es que se atribuyan las protestas a manipulaciones de la oposición. ¿Acaso ustedes no se sentirían defraudados si les dieran explicaciones después de haber decidido a sus espaldas?
Tal vez no debamos sorprendernos, ya que este estilo de gobernar se practica desde la mismísima Unión Europea, hasta tal punto que la futura construcción política europea se está debatiendo al margen de la opinión pública.
Es la democracia representativa reducida a su mínima expresión.-