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Telefónica aumentó su deuda financiera en más de 700.000 millones

El aumento de 2000 supone un 34% sobre el endeudamiento que el grupo tenía un año antes

Ramón Muñoz

Telefónica vivió el pasado año una fiebre compradora que ha significado un considerable aumento de las dos principales magnitudes que miden el riesgo de una compañía: la deuda financiera y el fondo de comercio. Pese a que la compañía afrontó la mayor parte de sus adquisiciones mediante canje de acciones, evitando en lo posible el desembolso en metálico, la importancia de las operaciones llevadas a cabo impulsó la deuda financiera de Telefónica un 34,3% desde los 2,079 billones de pesetas hasta los 2,79 billones con que cerró el ejercicio de 2000, cuya gestión estuvo compartida por Juan Villalonga (hasta julio, inclusive) y César Alierta (desde ese mes).

Casi tan relevante como el aumento de la deuda es la estructura de la misma, puesto que la compañía no sólo se endeudó más sino que lo hizo a corto plazo, de forma que sólo durante el presente año debe amortizar deuda por valor de 1,25 billones de pesetas, aproximadamente el doble que el año pasado, según consta en el informe de auditoría registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

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No obstante, los auditores destacan que, aunque la deuda neta ha crecido considerablemente, la tasa de endeudamiento del grupo disminuye respecto a 1999, puesto que se produjo un considerablemente aumento de los fondos propios (de 2,4 a 4,3 billones de pesetas) gracias fundamentalmente a la Operación Verónica, consistente en la toma del control del 100% del capital de sus filiales latinoamericanas en Perú, Brasil y Argentina.

Y es que, además del requerimiento a los bancos, Telefónica realizó hasta siete ampliaciones de capital emitiendo un millón de nuevas acciones para afrontar sus adquisiciones en Brasil (Telesp y Telesudeste Celular), Perú (Telefónica del Perú), Argentina (Telefónica de Argentina, CEI Citicorp, Vigil), así como la productora de televisión Endemol.

Compras de medios

El aumento del riesgo por las macrooperaciones amparadas por Juan Villalonga se vieron reflejadas aún con más claridad en el aumento del fondo de comercio, una magnitud que mide la diferencia entre lo que se paga por una compañía y su valor contable en libros.

En 2000, ese fondo se incrementó en 583.650 millones de pesetas hasta alcanzar los 1,283 billones que, según la ley, deben amortizarse en 20 años. Los principales responsables de ese aumento fueron la compra por Terra de la compañía de Internet estadounidense Lycos, que aportó 307.148 millones, la adquisición de Endemol (133.487 millones) y la toma de una participación mayoritaria de las sociedades argentinas CEI Citicorp (95.157 millones) y ATCO (106.825 millones), que le permitió a Telefónica convertirse en el segundo grupo mediático en Argentina, controlando desde cadenas de televisión como Azul y Telefé, a radios como el grupo de emisoras Radio Continental.

Pero además de las adquisiciones, la expansión en medios de comunicación le está costando cara a la compañía debido a las pérdidas que registran las sociedades que dependen de Telefónica Media.

Esta filial tuvo unas pérdidas netas en 2000 de 104.340 millones de pesetas, multiplicando por cinco las registradas el año anterior. En España, la mayor parte de estas pérdidas vino dada por Vía Digital, el canal de televisión de pago vía satélite, que tuvo un impacto negativo en las cuentas del grupo de 20.352 millones de pesetas por el 46% que posee la operadora. En mucha menor medida afectaron los 2.500 millones que perdió Onda Cero. Pudo compensarlo en parte con los 9.467 millones por el 47% de Antena 3. No obstante, Sin embargo, el capítulo más relevante de las necesidades de financiación de la filial de medios ha provenido del saneamiento de la plataforma argentina de televisión, que posee la cadena Telefé, y en la que Telefónica ha tenido que destinar 60.464 millones de pesetas.

Licencias UMTS

Los gastos financieros netos alcanzaron los 309.352 millones de pesetas, con un incremento del 76,15% respecto al año anterior, en el que tuvo mucho que ver también la financiación de las licencias de telefonía de tercera generación UMTS que consiguió la compañía en España, Alemania, Italia y Suiza. De hecho, de los 3,513 billones de pesetas a que oficialmente ascendieron las inversiones del grupo, 2,03 billones se atribuyeron a las licencias.

Pese a las compras realizadas la compañía presentó en febrero pasado un resultado neto de 416.764 millones de pesetas, que no sólo incrementaba en un 38,8% los registrados del año anterior, sino que le permitía mantenerse como la primera empresa española por beneficios desbancando a Repsol que llegó a ocupar ese puesto durante dos efímeras semanas.

Una de las razones de esos beneficios se encuentra en los 650.103 millones de pesetas que obtuvo la compañía como consecuencia de la venta de participaciones en sus filiales, según señala el informe. La inyección de fondos más importante correspondió a la salida a Bolsa del 7,8% de Telefónima Móviles, por la que obtuvo 482.404 millones.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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