PSOE e IU exigen a Ansuátegui medidas para evitar ataques xenófobos como el de la calle de Almansa
Los grupos municipales de PSOE e IU exigieron ayer al delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, que intensifique las medidas para evitar que vuelvan a ocurrir ataques racistas como el que sufrió la tienda del ciudadano guineano Mamadu Diallo la madrugada del pasado lunes. El comercio de Diallo, ubicado en la calle Almansa, fue incendiado y los autores pintaron en la fachada dos cruces gamadas con aerosol rojo.
'La Delegación del Gobierno tiene que poner especial empeño en localizar a los responsables de este acto', afirmó Rafael Simancas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento.'Si de verdad han sido cabezas rapadas, es gravísimo. No recuerdo en Madrid un hecho similar, que le hayan quemado el negocio a un inmigrante por un motivo xenófobo', añadió el edil socialista.
Inés Sabanés, portavoz de IU en el Consistorio, además de pedir a Ansuátegui que actúe, recalcó que este acto violento significa que todavía hay gente que ve la inmigración como algo negativo. 'Es un síntoma importante de que los inmigrantes son todavía rechazados por una parte de la sociedad', advirtió.
Pedro Álvarez, vicepresidente del Foro Regional para la Inmigración, cree que el ataque ha sido obra de unos 'dementes' y que, como no se tomen medidas, Madrid podría sufrir problemas de este tipo 'cada dos por tres'.
Fuentes de la Delegación del Gobierno indicaron que están haciendo lo posible para esclarecer los hechos. Aunque están investigando si detrás del suceso hay un ataque xenófobo de un grupo ultra, no descartan que el motivo de la agresión haya sido otro, por ejemplo, un ajuste de cuentas.
Mientras, Mamadu Diallo está pensando en cómo levantar de nuevo su negocio. Ayer todavía no había recibido la visita de su compañía de seguros. 'Les llamé en cuanto me enteré de lo que había pasado, y me dijeron que ya vendrían. Todavía les estoy esperando', asegura. 'Hasta que la compañía no valore los daños no puedo rehabilitar la tienda', explica este comerciante guineano, que tampoco ha recibido la llamada de ninguna asociación interesándose por su situación.
