<l>Puig i Torrebonica</l>
El pasado 20 de febrero EL PAÍS publicó una entrevista con el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Felip Puig. Entre las múltiples afirmaciones sobre diversas polémicas ambientales, el señor Puig se atrevió a afirmar que el traslado del Club de Golf del Prat a Torrebonica 'garantiza un parque libre de presiones urbanísticas entre Terrassa y Sabadell'. Parece ser que el señor Puig ignora que el 'parque' que tanto le motiva ya existe en este momento. Se trata de una extensa zona de gran valor ecológico y social, ya que actualmente es el lugar de ocio de cientos de vallesanos que pasean...
El pasado 20 de febrero EL PAÍS publicó una entrevista con el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Felip Puig. Entre las múltiples afirmaciones sobre diversas polémicas ambientales, el señor Puig se atrevió a afirmar que el traslado del Club de Golf del Prat a Torrebonica 'garantiza un parque libre de presiones urbanísticas entre Terrassa y Sabadell'. Parece ser que el señor Puig ignora que el 'parque' que tanto le motiva ya existe en este momento. Se trata de una extensa zona de gran valor ecológico y social, ya que actualmente es el lugar de ocio de cientos de vallesanos que pasean o van en bicicleta. Un uso que está gravemente amenazado por la construcción de un campo de golf que contaminará los acuíferos, exterminará la fauna y la flora, supondrá la tala de 50.000 árboles y, en definitiva, transformará una zona que ahora actúa como parque periurbano en un complejo 'seudoverde' de uso privado.
Por cierto, el señor Puig olvida comentar en su entrevista que uno de los problemas más graves del golf de Torrebonica -como en muchos otros campos de golf- es el inmenso consumo de agua que comporta, en un país que -no lo olvidemos- se caracteriza por el clima mediterráneo. El agua es un bien escaso y la Generalitat debería gestionarla más rigurosamente.