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EE UU lleva una empresa a los tribunales por discriminación genética

Los denunciados hacían pruebas sin permiso a los trabajadores

La empresa ferroviaria, una de las más grandes de EEUU, pedía muestras de sangre a trabajadores que solicitaban la baja por enfermedad para practicarles pruebas genéticas sin su consentimiento. El propósito, según la demanda presentada por la Comisión para la Igualdad de Oportunidades Laborales, era averiguar si el síndrome del túnel carpiano que padecían era predecible genéticamente o se trataba de una dolencia ocupacional. Algunos estudios sugieren que una mutación del cromosoma 17 predispone a esa enfermedad, caracterizada por dolor y adormecimiento en las manos y los brazos.

El síndrome del tunel carpiano está causado normalmente por movimientos repetitivos, como teclear en un ordenador, y en el caso de la empresa ferroviariaha afectado a operadores de paneles de control.

'La única explicación concebible es que la compañía quería usar los análisis genéticos para argumentar que los afectados habrían desarrollado la enfermedad de todas formas y por tanto no tenían derecho a una baja laboral remunerada', declaró Ida L. Castro, del comité demandante.

La compañía llegó a amenazar de despido a quienes se negaban a hacerse los análisis de sangre, sostiene la denuncia, aunque los portavoces de la empresa niegan que así fuera. Serán los tribunales los que diriman, pero la falta de leyes que regulen el uso de la información genética añade incertidumbre al desenlace.

Debido al vacío legal algunas querellas privadas por discriminación genética se han quedado en papel mojado. Hasta ahora, todas habían sido interpuestas por individuos, mientras que ésta es la primera presentada por una institución gubernamental.

El único marco de referencia legal es una orden ejecutiva firmada por el Bill Clinton el año pasado que prohíbe a la Administración federal usar la información genética al tomar decisiones laborales, pero esa normativa no alcanza al sector privado.

Tanto las compañías de seguros como las empresas podrían ahorrar mucho dinero si pudieran hacer análisis genéticos para conocer predisposiciones genéticas a ciertas enfermedades de trabajadores o asegurados. Las leyes vigentes no impiden el acceso al historial genético a la hora de hacer un contrato.

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