_
_
_
_
_
ELECCIONES EN ISRAEL

El 'halcón' toma el poder

El responsable de las matanzas de Sabra y Chatila consigue a sus 72 años el Gobierno de Israel

El ex general Ariel Sharon, el halcón del partido nacionalista Likud, emprendió ayer a sus 72 años el gran vuelo de su vida política, que le ha conducido directamente a la cima del Gobierno de Israel. El triunfo electoral conseguido en las urnas frente a su oponente Ehud Barak no le servirá sin embargo para recomponer su imagen maltrecha, bañada en la sangre palestina vertida en dos capítulos trágicos de la vida de su país, lo que le invalida además como interlocutor en el proceso de paz.

El primero es Sabra y Chatila. El nombre de Ariel Sharon permanecerá para siempre en la historia vinculado a las matanzas de los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, en Beirut, donde en 1982 las falanges cristianas libanesas, contando con la protección del Ejército israelí, que lideraba el entonces ministro de Defensa Sharon, asesinaron a entre 800 y 2.000 civiles, la mayoría mujeres y niños, como represalia a las actividades de la Organización para la Liberación de Palestina. La investigación llevada a término por la Comisión Kahan en 1983, creada como consecuencia de la presión popular, sentenció la culpabilidad de Sharon que fue obligado a abandonar el Ministerio de Defensa.

Más información
Sabra y Chatila, la matanza que persigue a Sharon

El segundo fue la Explanada de las Mezquitas. En la recta final de su carrera política, el pasado 28 de septiembre, Ariel Sharon acudió, en un acto de provocación no gratuita, a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar santo del islam, para llevar según él un mensaje de paz y convivencia con la comunidad árabe, olvidándose de que detrás, custodiándole, se encontraban más de 2.000 soldados israelíes. Sharon efectuó la visita en nombre de las comunidades ultraortodoxas judías, que reivindican el subsuelo de la ciudadela, alegando que allí se encuentran enterradas las ruinas del templo del rey Salomón, pero además su visita era una respuesta firme y contundente a las propuestas de paz de Barak, que semanas antes, en las negociaciones de paz en Camp David, se había atrevido por primera vez en la historia a hablar en voz alta de cómo compartir la ciudad con los palestinos. El desplazamiento fue la chispa que encendió una nueva Intifada, que ha dejado 400 muertos y 10.000 heridos.

Estos dos capítulos siniestros de la vida de Sharon convierten el resto de su biografía en una anécdota trivial, incluida su larga y brillante carrera militar iniciada a los 14 años, cuando como miembro del moshav (granja colectiva) de Kfar Mala, se sumó a las filas de la Haganá para luchar contra el Ejército colonial británico. Su padre, Samuel, un granjero de Rusia, le enseñó a amar y defender su tierra y le inspiró quizás una de las páginas más vibrantes de su autobiografia, El guerrero, escrita en 1989 en la que se resume su ideología: 'Cuando la tierra te pertenece físicamente, cuando conoces cada colina, vado y huerto, cuando tu familia está allí, entonces es cuando tienes el poder, no sólo física, sino también espiritualmente'.

Éste fue su punto de partida, detrás del cual se sumó su participación en la guerra de la Independencia de 1948, como jefe de una compañía de infantería, para pasar luego a comandar la unidad especial 101, que llevó a cabo una serie de operaciones de represalia contra los palestinos. Sharon combatió también en la campaña del Sinaí, en la guerra de los Seis Días y en la guerra de Yom Kipur, a pesar de que en aquella época se había dado de baja ya en el Ejército y oteaba otra carrera, la política.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Sharon fue elegido diputado en diciembre de 1973, pero renunció un año después, sirviendo como asesor de seguridad del primer ministro Isaac Rabin. Desde entonces ha sido diputado permanente del Parlamento de Jerusalén y ha servido en diferentes gobiernos, primero como ministro de Agricultura, después en la cartera Defensa de 1981 a 1983, posición que mantuvo durante la guerra de Líbano; de Industria y Comercio de 1984 a 1990, de la Construcción y Vivienda de 1990 a 1992, de Infraestructura Nacionales en 1996 y de Exteriores con Benjamín Netanyahu en octubre de 1998, cargo que mantuvo hasta julio de 1999.

Sharon es viudo desde hace pocos meses, padre de dos hijos, y abuelo de cuatro nietos, los dos últimos, gemelos, fueron circuncidados ayer, pocas horas antes de que se acercara al colegio electoral.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_