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OPINIÓN DEL LECTOR
Columna
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Siete meses, tres agresiones

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Tenemos una hija de 14 años que ha comenzado a salir con sus amigos. Los sábados y domingos suele ir al cine, a la primera sesión, a dar una vuelta por la plaza de Catalunya de Barcelona, a algún cibercafé en Gràcia, a alguna discoteca de adolescentes y a pasear por el barrio. El domingo pasado, por primera vez, fue al barrio de una amiga, en Lluchmajor. A las 21.00 horas los sábados y las 20.30 los domingos, está en casa. En mayo, cuando iba con sus compañeros sufrió el primer atraco en el parque de Ganduxer; los autores fueron un grupo de chicos algo mayores que ellos y acabaron pegando a un amigo. Un domingo de noviembre, a las 19.30, otro grupo de jóvenes les intimidó a la salida del cine y les quitaró el dinero. No hubo agresión. El 21 de enero, a las 19.30, nuestra hija, que había ido con su amiga de Nou Barris, cogió el metro en Lluchmajor para regresar. Esta estación no tenía personal, ni cámaras de vigilancia ni guardas jurados. En el interior, cinco cabezas rapadas de unos 20 años la acorralaron y le impidieron el acceso al tren, con lo que mi hija quedó a su merced. Tras golpearla, le arrancaron el bolso y la camisa. La dejaron cuando un pasajero llegó al andén. Siete meses, tres agresiones.

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