Reportaje:

El año de la serpiente llega a Lavapiés

La comunidad china de Embajadores celebra por primera vez su nochevieja en las calles del barrio

La calle de Mesón de Paredes, en el barrio de Lavapiés, amaneció ayer cuajada de guirnaldas y farolillos rojos para festejar la llegada del Año Nuevo chino. Es la primera vez que los vecinos y comerciantes orientales afincados en esta zona, donde regentan 150 establecimientos, comparten su Nochevieja, basada en el calendario lunar, con el resto de los habitantes del barrio.

Medio millar de personas, la mayoría chinos, pero también madrileños, suramericanos y marroquíes, participaron en el singular cotillón organizado por la tarde en la plaza de Cabestreros. Hubo pasacalles con dr...

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La calle de Mesón de Paredes, en el barrio de Lavapiés, amaneció ayer cuajada de guirnaldas y farolillos rojos para festejar la llegada del Año Nuevo chino. Es la primera vez que los vecinos y comerciantes orientales afincados en esta zona, donde regentan 150 establecimientos, comparten su Nochevieja, basada en el calendario lunar, con el resto de los habitantes del barrio.

Medio millar de personas, la mayoría chinos, pero también madrileños, suramericanos y marroquíes, participaron en el singular cotillón organizado por la tarde en la plaza de Cabestreros. Hubo pasacalles con dragones, karaoke y, a las cinco de la tarde, coincidiendo con la medianoche en China, una pantalla gigante mostró imágenes, transmitidas por televisión, de la celebración del Año Nuevo en Pekín.

'Como llevamos tiempo en este barrio nos parecía bueno compartir esta fiesta con el resto de los vecinos', explicaba Liti, secretario de la asociación de comerciantes chinos, que ha contado con el apoyo de la asociación de vecinos La Corrala para organizar la fiesta.

Carlos, un joven colombiano, observaba con curiosidad un dúo musical. 'Hombre, en mi tierra somos más animosos, pero está bien'. A María, una madrileña de 63 años que se topó con la fiesta paseando por la zona, todo le parecía entretenido menos 'el cante'. 'Es que no entiendo lo que dicen', se lamentaba.

María nació en Madrid hace 19 años, aunque sus padres y sus abuelos son chinos. 'Esta noche nos juntamos la familia, hacemos una comida especial, con pato y pasteles y a los niños se les dan sobrecitos rojos con dinero'.

Lisi, de 32 años, y su hermana Wisin, de 25, seguían la celebración en primera fila. 'Nosotras tenemos dos nocheviejas todos los años, la china y la española. Nos gusta mucho ir a la Puerta del Sol a escuchar las campanadas', aseguraban estas dos jóvenes que viven y trabajan desde hace una década en España.

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Hoy, a las 17.15, habrá un nuevo festejo, organizado por la asociación de chinos en España, en el salón de actos de CC OO (Lope de Vega, 38) también abierto a todo el público. El año del dragón ha quedado atrás y comienza el de la serpiente.

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