Una esperanza rota
Carlos Cano falleció a las 5.30 de la madrugada de ayer, diez segundos después de que le hubiera dicho al médico que acababa de hacerle un reconocimiento que se encontraba bien. Mientras el médico salía de la habitación, Cano sufrió una parada cardiaca. "Se le ha roto el único trozo de arteria que quedaba suyo, y se ha roto en un sitio terrible", explicó el doctor Juan Miguel Torres, jefe de la Unidad de Críticos. Los médicos tenían previsto anunciar ayer su traslado a planta por su buena evolución.El cantautor había pasado los últimos días desconectado de todos los aparatos mecánicos, a ratos levantado, de buen humor, y charlando con el personal auxiliar y con sus familiares.
La autopsia reveló que la lesión se había producido en un lugar diferente del que motivó una intervención a vida o muerte el pasado 28 de noviembre. Sus restos fueron trasladados al salón de plenos del Ayuntamiento de Granada. La capilla ardiente se abrió a las 16.00. Centenares de granadinos despidieron al cantautor, que será enterrado esta mañana en Granada.
El cantaor granadino Enrique Morente, que acompañaba ayer a la familia de Carlos Cano, le recordó como "un luchador por la justicia y los derechos de los demás". El escritor José Manuel Caballero Bonald, que presentó uno de los discos de Cano en Sevilla, se mostró impresionado por su muerte y en declaraciones a Efe destacó su forma "muy peculiar" de interpretar la copla y su "dignificación" desde la tradición, hasta el punto de que "la actualizaba y la respetaba". Antonio Gala señaló que su fallecimiento supone la "muerte de un trozo de España" porque el intérprete era una de las claves de "lo antiguo y lo nuevo". La cantante María Dolores Pradera dijo que Cano "era todo poesía", y recordó emocionada su última actuación conjunta hace aproximadamente un mes en Madrid: "Me agarró de la manita, como protegiéndome, tan bueno, tan grandote él". Luis Eduardo Aute le calificó de "amigo leal, muy generoso, con un sentido del compañerismo muy marcado, una excelente persona". Amancio Prada le definió como "un hombre con duende". "Enamoró cantando a la gente; nos queda su voz como un eco largo, conmovedor, que prolonga la pasión y el amor que ponía en su cantar". El actor Juan Echanove declaró que la muerte del cantautor es "una gran tragedia para la cultura española". Echanove iba a presentar junto con el cantante la edición de un disco del que Cano era productor, titulado Así cantan los niños de Cuba.
