Una "ilegalidad, según las 'ikastolas'

El director de la Federación de Ikastolas de Navarra, Pello Mariñelarena, expresó ayer su sorpresa por las palabras del presidente Miguel Sanz. Según indicó, las ikastolas respetarán la reciente decisión del Ejecutivo de UPN de imponer una autorización previa del Departamento de Educación a los libros de texto en lengua vasca que ellos elijan, ya que es una prerrogativa amparada por la ley.Esta medida fue anunciada oficialmente a todas las editoriales en euskera que trabajan en el País Vasco (en Navarra no hay ninguna), en una carta enviada hace dos meses por el director general de Educación del Gobierno foral.

"Otra cosa muy diferente", explicó Mariñelarena, "es lo que el presidente Sanz ha anunciado hoy [por ayer]. Lo hemos consultado con nuestros abogados y consideramos que el curriculum, es decir, las materias y horas lectivas a ellas dedicadas, las determina el Ejecutivo y son de obligado cumplimiento, pero las unidades didácticas no se pueden imponer a los centros".

"Obligar a usar un libro determinado o una editorial concreta a cada centro sería una ilegalidad", sostiene la Federación de Ikastolas. De igual forma, estima que la traducción sistemática al euskera de libros escritos originalmente en castellano "reduciría la calidad de los textos".

El presidente de la Real Academia de la Lengua Vasca, Jean Haritschelhar, considera que el decreto foral aprobado ayer contiene una "clara restricción" para el uso del euskera en la Administración pública. Haritschelhar remitió el 24 de noviembre una carta personal a Miguel Sanz, en nombre de la dirección de Euskaltzaindia, pidiéndole una entrevista urgente para debatir la situación. En ella expresó su "preocupación" por el contenido del decreto "precisamente cuando la población vascoparlante es notoriamente superior a la de 1994", con una tendencia al alza año tras año.

Los partidos nacionalistas también criticaron con dureza el decreto.