UGT y CC OO piden que la Iglesia rechace la apertura de comercios en festivo

Los sindicatos mayoritarios en la región, CC OO y UGT, están dispuestos a casi todo para conseguir que el Gobierno regional dé marcha atrás en su decisión de permitir la apertura de comercios todos los domingos de agosto. En su búsqueda de apoyos, los representantes de los trabajadores, que se reúnen estos días con asociaciones, partidos políticos y patronales, han decidido dirigirse también a la Conferencia Episcopal para pedir que la Iglesia se sume a su rechazo a la iniciativa del Ejecutivo regional. "La cuestión de los horarios trasciende a lo laboral", sentenció ayer Antonio Ruda, responsable de Comercio de CC OO-Madrid, que añadió: "Todos tenemos derecho al descanso dominical".Los sindicatos se apoyan además en una reciente intervención del Papa, quien "pidió al Roma [un equipo de fútbol de la capital italiana] que no celebrase partidos los domingos", según Ruda. Aunque reconocen que "ésta es una sociedad laica", confían en que un llamamiento semejante consiga sumar apoyos a favor de su causa y haga pensar al Ejecutivo regional.

"No sabemos si una respuesta positiva desde la Iglesia afectaría especialmente al corazoncito del señor [Luis] Blázquez [consejero de Economía de la Comunidad], porque desconocemos sus inquietudes religiosas, pero sí contribuiría a aglutinar a más gente en torno a nuestra reivindicación", explicó Rafael Bris, secretario regional de Comercio de UGT.

El Consejo del Gobierno regional aprobó el pasado 23 de noviembre permitir la apertura de los comercios todos los domingos de agosto a partir del próximo año. El número de jornadas festivas en que se autoriza la actividad comercial aumenta así a 18, en contra de las 14 pactadas con los sindicatos en 1999. "La Comunidad se ha saltado el acuerdo y ha provocado una ruptura total con los agentes sociales", dijo Ruda entonces. El Gobierno presidido por Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, justificó este cambio de postura asegurando que la medida "atraerá a más turistas en verano" y creará puestos de trabajo, extremos ambos negados por los sindicatos.