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El Joven Son cubano se presenta como alternativa al tradicional de los trovadores

La compañía EMI graba cuatro discos de grupos representativos del nuevo movimiento

¿Es la trova tradicional y el son puro de Compay Segundo, Elíades Ochoa o Ibrahim Ferrer la única música popular de calidad que se hace en Cuba hoy? ¿Hay espacio en la isla para los jóvenes que no se resignan a cultivar sólo el son tradicional y tampoco hacen salsa caliente y comercial? ¿Merece la pena apostar por ellos, cuando el mercado internacional está cada vez más saturado de música cubana? El sello discográfico EMI responde con la grabación de cuatro discos de grupos representativos del nuevo movimiento y la presentación por primera vez en España en una gira.

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Desde hace dos o tres años la compañía discográfica EMI se viene haciendo estas mismas preguntas, y ha llegado a las siguientes conclusiones: sí hay jóvenes que, nutriéndose de las raíces y los ritmos cubanos de siempre, hacen un son moderno, de fusión y de gran calidad; sí que hay espacio para ellos -sobre todo si se les ayuda-, y sí merece la pena apostar por estos grupos."La identidad musical de Cuba fue y sigue siendo el son", afirma Seju Monzón. Él es el hombre de EMI España que lleva el tema Cuba y que desde hace algún tiempo ha puesto sus ojos en un nuevo movimiento musical cubano que él mismo ha bautizado como Joven Son.

"Hoy en día están de moda los soneros de avanzada edad cantando las cosas de su tiempo. Eso es bueno, pero lleva a que los jóvenes músicos cubanos, a petición de los visitantes, se vean obligados a tocar el mismo repertorio teniendo pocas oportunidades de sacar a la luz sus propias composiciones", opina Monzón.

"Cuando dichas canciones despiertan y llegan a nuestros oídos, sorprende ver la innovadora forma de interpretar estas melodías, arropadas por una armonía rica y moderna, fruto de la preparación con que salen los jóvenes de las escuelas de música cubanas", asegura.

Seju, que es uno de los fundadores de Caribe Productions, la primera compañía discográfica extranjera que se instaló en Cuba a principios de los años noventa, está convencido que a medio plazo el Joven Son tiene futuro.

"El gran público conoce a Compay, su Chan Chan, y poco más. Pero la música que hacen estos jóvenes tiene tanta o más calidad como la de los veteranos soneros".

Peñas de trova

El éxito de ventas de Buena Vista Social Club hizo que poderosas empresas discográficas como Virgin, BMG o la misma EMI descubriesen el negocio de la música cubana tradicional, pero -dice Monzón- "se fue a lo facilón, descuidando lo nuevo".Hace dos años, en pleno mes de junio de 1998, Monzón hizo un viaje de dos meses por toda la isla haciendo audiciones en casas de la cultura, bares y peñas de trova. Escuchó a cientos de músicos, a quienes previamente pidió sólo una cosa: quería temas propios, no el manido repertorio del Son de la loma y El manisero.

"El resultado", dice, "fue increíble. La mayoría tenían una alta formación académica, habían pasado por escuelas de música, y muchos tenían interés en la música cubana tradicional, pero con reparos: uno no estudia 10 años para tocar luego en tres o cuatro acordes. Sin embargo, su buena formación y su forma de componer cuajaba en un son que introducía armonías y melodías distintas, que desarrollaban más. Era sin duda una nueva corriente musical que cultivaba el bolero, el chachachá, la guaracha y otros géneros tradicionales, pero con aires nuevos".

Entre el año pasado y éste, EMI grabó los primeros cuatro discos a representantes del Joven Son.

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