El peor Barcelona desde 1987 no halla argumentos para responder a su crisis
El presidente, Joan Gaspart, y la plantilla defienden la continuidad de Serra Ferrer ante una directiva dividida
Un ejercicio de contricción encabezado por el presidente y secundado por el plantel atemperó ayer la controversia en el Barcelona por sus malos resultados en su peor comienzo desde 1987, un año antes de la llegada de Johan Cruyff. A falta de respuestas, Joan Gaspart pidió paciencia -y perdón al Milan-, lo que muestra la fragilidad de un proyecto por desarrollar. El debate se reduce a la continuidad del técnico, Llorenç Serra Ferrer, sin reparar en que la situación se repite cada noviembre. Dada su amplitud -85 miembros-, es fácil que la directiva esté dividida.