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Entrevista:

"En España la gente escucha la guitarra como si fuera el sonido del alma"

TAJ MAHAL - Músico

Cantante, compositor, multiinstrumentista y musicólogo, Taj Mahal no es sólo uno de los grandes intérpretes del blues, sino un activo investigador de sus orígenes y tradición. La Phantom Blues Band lo acompaña en un par de conciertos que dará mañana en Barcelona, y en Salamanca, al día siguiente. "Cuando la música empezó a cambiar hacia estilos más populares, como el rock and roll, el funk o el soul, fue cuando me di cuenta de que las siguientes generaciones corrían el peligro de olvidar los fundamentos de esa música", dice.Pregunta. Usted no tiene los ojos anclados en el pasado. Ha grabado discos con músicos de distintos países. El último de ellos con el maliense Toumani Diabate.

Respuesta. África es un continente apasionante con muchas cosas por descubrir, afortunadamante ahora es más accesible. La llegada de tantos africanos a América a lo largo de cuatro o cinco siglos ha dado como resultado el sonido que tenemos. En Estados Unidos la gente no sabe nada de la música antigua, sólo lo que les venden día a día. Pero cada vez hay mayor interés entre los más jóvenes. Gente como Erykah Badu, Queen Latifa y muchos músicos intentan dar señas de su vinculación con África hasta en la ropa que visten. Es algo nuevo. El foco de atención político de los afroamericanos no sólo se limita a EE UU, sino al Caribe central, Suramérica y África.

P. La música popular del siglo XX ha estado marcada por el jazz, el blues y el rock. ¿Cuál cree que ha sido la más influyente?

R. El jazz fue lo que hizo que todo empezara. El blues era la reserva que estaba detrás. Y el jazz empezó realmente con Louis Armstrong. Todos los otros músicos que siguieron interpretaron el blues con la línea melódica y la improvisación que venía del jazz. El blues era la música de la gente común y estaba detrás de todo.

P. ¿Diría que el blues es el corazón y el jazz el cerebro?

R. Sí, definitivamente. El blues es el cuerpo y la voz, el jazz es el cerebro y la mente. Pero fue el reggae, el que hizo Bob Marley, el que nos devolvió la consciencia del propio cuerpo en la música.

P. Usted ganó un Grammy con el disco Señor blues y siempre se ha interesado por las músicas latinas. ¿Ve que tiene mayor influencia ahora en EE UU?

R. Creo que por fin los americanos se están dando cuenta de la gran contribución de los músicos latinos. Ahora sólo falta la comercialización. Yo me relacioné con la música latina en los años cuarenta porque mi familia paterna es caribeña. Nací en Nueva York, en Harlem. Y allí crecí escuchando a Tito Puente, Mongo Santamaría, mis vecinos.

P. ¿Con qué música se siente ahora más comprometido?

R. Con todo. Me excita la vida, la música, el mundo, mi cultura y otras culturas.

P. Usted habla español.

R. Hace treinta años viví en España. Primero en Ibiza, dos meses y medio; en Barcelona, luego en Madrid (en Moratalaz), en Sitges, Cadaqués, Torremolinos. En total, seis meses.

P. ¿Y cómo llegó a España?

R. Cuando era muy niño escuché la guitarra española y la emoción se me quedó tan grabada que, más tarde, cuando escuché el blues y el jazz, decidí aprender a tocar la guitarra. Por eso vine a la cuna de la guitarra, a un país donde la gente escucha la guitarra como si fuera el sonido del alma, de la sangre, de las lágrimas, del pensamiento, de la comida, el aroma que flota en el aire.

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