Los caminos del dolor
Los griegos de la antigüedad creían que el dolor era una emoción, no una verdadera sensación física. Ahora los científicos saben que el dolor comienza como respuesta bioquímica a una lesión, calor extremo o algún otro trauma. En los últimos años los investigadores han identificado diversas moléculas de señalización química que parecen activar los nervios sensores del dolor. Otros han identificado incluso los receptores que detectan estas señales químicas y desencadenan el mensaje de dolor. Hasta ahora, la mayor parte de la investigación se ha llevado a cabo en tubos de ensayo. Pero la ingeniería genética permite ya trabajar con animales, y los investigadores están más cerca de entender la forma en que sentimos el dolor, y quizá de detenerlo.