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BARENBOIM SE QUEDA

Después de anunciar hace unas semanas que dejaría en breve la dirección artística de la Ópera Estatal de Berlín, el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim reconoció ayer que quiere quedarse, aunque como director general musical. No obstante, el músico argentino-israelí, que recibía el premio Echo Klassik 2000 -el grammy alemán, instituido por la televisión germana- como mejor director de orquesta, criticó la política cultural de esta ciudad, a la que el artista llegó hace 10 años y a la que en aquel momento consideraba "un lugar muy democrático". Pero no corren buenos t...

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Después de anunciar hace unas semanas que dejaría en breve la dirección artística de la Ópera Estatal de Berlín, el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim reconoció ayer que quiere quedarse, aunque como director general musical. No obstante, el músico argentino-israelí, que recibía el premio Echo Klassik 2000 -el grammy alemán, instituido por la televisión germana- como mejor director de orquesta, criticó la política cultural de esta ciudad, a la que el artista llegó hace 10 años y a la que en aquel momento consideraba "un lugar muy democrático". Pero no corren buenos tiempos para las instituciones culturales de la capital alemana, sumidas en una profunda crisis financiera que es motivo de un amplio debate que llena desde hace meses las páginas de los periódicos. En la velada de ayer recibió una mención especial la soprano Montserrat Caballé, un galardón que, en palabras del presentador de la gala, no es "ni un premio a la gran artista, a la gran mujer o la casi patriota alemana que va por el mundo defendiendo las excelencias de la cultura y la gastronomía germana", sino que reconoce la labor de una mujer "de gran corazón que tiene muchos proyectos y ayuda a la infancia".-

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