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LA OFENSIVA TERRORISTA

Los terroristas aguardaron casi una hora a su víctima ocultos en el portal de su casa

ETA volvió a matar en Granada tres años después de asesinar al peluquero de una base militar. Un tiro en la nuca disparado por los terroristas, apostados junto a la escalera que conducía a su piso, quitó la vida al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Luis Portero, de 59 años. Los tres asesinos actuaron de forma fría y rápida. Portero fue tiroteado a las dos y veinte de la tarde, cuando regresaba a su domicilio desde la sede judicial, en el coche oficial pero sin escolta. Aunque llegó con vida al hospital, su estado era irreversible. Falleció a las siete de la tarde.

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Los terroristas debían conocer con exactitud las costumbres y los horarios, casi siempre fijos, de Luis Portero. También debían saber que a la hora escogida para el atentado, a unos cientos de metros de distancia de la casa del fiscal, habían comenzado unas jornadas callejeras de recepción de los estudiantes universitarios. Era la algarabía que necesitaban para perpetrar con impunidad su crimen.Los asesinos llegaron al edificio donde vivía su víctima, en el número 6 de la calle Rector Marín Ocete, entre la estación de ferrocarril y el campus universitario de Fuentenueva, hacia las 13.30. Según testimonios recogidos tras el crimen, los terroristas lograron que algún vecino les franquease la entrada haciéndose pasar por cuestadores de una campaña contra el cáncer.

Hacia las 14.20, Portero, que había acabado su jornada en la Fiscalía, se despidió de su chófer y entró en el edificio. Cuando iba a llamar el ascensor, dos terroristas se acercaron a él y le descerrajaron dos tiros. Presumiblemente, un tercero vigilaba desde la calle.

Uno de los proyectiles no alcazó a la víctima, pero el otro le rompió dos vértebras, le seccionó la médula ósea y le destrozó la base del cráneo. Dos vecinos, uno de ellos médico maxilofacial, encontraron al fiscal tendido en el portal sobre un gran charco de sangre.

Mientras llegaba la UVI móvil del 061, el médico le hizo una traqueotomía y recuperó sus constantes vitales. Pero los auxilios iniciales no pudieron salvar su vida.

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Luis Portero ingresó en el Hospital de Traumatología de Granada hacia las 15.30 horas. Un examen con el escáner confirmó a los doctores que sufría "lesiones irreversibles". El fiscal había recibido un tiro con entrada por la intersección entre el cuello y la nuca y con orificio de salida por el labio superior. Cuando ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos estaba clínicamente muerto, pero hasta las siete de la tarde los médicos no certificaron su fallecimiento.

Minutos después de ingresar en el hospital, a la sala de urgencias empezaron a llegar sus compañeros y amigos, con muchos de los cuales había despachado en la sede del tribunal unas horas antes. El alcalde de Granada, el socialista José Moratalla, neurólogo de profesión, examinó por sí mismo el alcance de la herida. "Lo han cazado de un tiro", declaró a su salida del centro hospitalario, visiblemente afectado.

Los hábitos de Luis Portero resultaban perfectamente conocidos para quienes se relacionan con la judicatura. A primera hora, el fiscal jefe solía llevar escolta, pero cuando salía de su trabajo prescindía de ella, aunque viajara en el coche oficial. A media mañana, daba un paseo por el entorno de la sede judicial camino de una cafetería, acompañado de fiscales adscritos a su departamento.

Los actos de homenaje a la última víctima de ETA comenzarán hoy a las diez de la mañana con un pleno de la junta de Gobierno del TSJA. Posteriormente se instalará la capilla ardiente en la Real Chancillería de Granada, sede del alto tribunal, aunque ayer no estaba confirmada la hora del traslado del cadáver. A mediodía se celebrará, probablemente en la Catedral granadina, el funeral, oficiado por el arzobispo de Granada, Antonio Cañizares, que regresará de Roma para el servicio religioso.

El entierro se celebrará a primera hora de la tarde de hoy en el cementerio de Chilches, en el término municipal de Velez-Málaga (Málaga), muy cerca de la finca en la que el fiscal pasaba los veranos desde hace muchos años. Por deseo de su familia, el sepelio se realizará en la más estricta intimidad.

A las ocho y media de la tarde está convocada una manifestación desde la sede de los juzgados de Granada hasta el Ayuntamiento. A los distintos actos está prevista la asistencia del presidente de la Junta, Manuel Chaves; de los ministros de Interior, Jaime Mayor Oreja, y Justicia, Ángel Acebes; del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Javier Delgado, y del fiscal del Estado, Jesús Cardenal.

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