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EL GOBIERNO Y ANDALUCÍA El 'Tireless' y las olimpiadas

Otra vez, una vez más, el Partido Popular da la espalda a Andalucía. Todos sabemos que es una situación recurrente, no es que quiera transmitir que los populares españoles y los populares andaluces no trabajan por Andalucía, no, pero sí quiero dejar sobre la mesa mi creencia de que los populares, cuando hay temas que afectan de una forma muy importante a Andalucía, nunca están a la altura de las circunstancias, accidental o premeditadamente.Me refiero ahora al submarino nuclear Tireless de la British Navy, que se encuentra amarrado en Gibraltar desde el pasado 19 de mayo, debido a una importante avería en el sistema de refrigeración de su reactor.

Una vez más el PP no ha actuado en defensa de sus ciudadanos, incluso de los que le votan. Ha actuado teniendo en cuenta más sus intereses diplomáticos con nuestro queridísimo señor Tony Blair, que los intereses de los ciudadanos, no sólo andaluces, sino incluso los de la propia colonia británica.

El Gobierno popular sólo ha empezado a reaccionar cuando la intensidad de la alarma social lo ha empujado. Lo podía haber hecho desde aquel 19 de mayo, cuando arribó el submarino a Gibraltar, dejando claro que una cosa son los conflictos diplomáticos y las reivindicaciones de soberanía, que este andalucista también defiende, y otra cosa es jugar con la salud de los ciudadanos innecesariamente.

El Gobierno británico ha envenenado el mar, vertiendo agua con isótopos radiactivos; ha incumplido de forma muy grave la normativa europea de radioprotección y el derecho comunitario, al exponer a una altísima probabilidad de fuga radiactiva a su población, que es la que tenía que haber puesto en alerta en su momento, al igual que el Gobierno español. No en septiembre, sino entonces, en el mes de mayo (tres meses sin hacer nada).

Los andalucistas, aquí, en Europa, y allí, en la bahía de Algeciras, no pretendemos crear conflictos diplomáticos, simple y llanamente queremos que se lleven ese chisme a sus bases de Inglaterra. Crearon el monstruo, le dieron de comer, se les puso gordo y grande, y ahora tenemos que apechugar con sus ventosidades. Que se lo lleven.

Los parlamentarios del PP han votado en el pleno de Estrasburgo como si fuesen auténticos parlamentarios de su Graciosísima Majestad, la reina Isabel II.

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Haremos lo posible y lo imposible para que el Reino Unido no considere que Gibraltar, ahora, es su nueva base de almacenamiento y reparación de sus ingenios nucleares. Nos opondremos por encima de los intereses de partido y diplomáticos de dos Estados. Nos negamos a lavar la ropa sucia de los hijos del pirata Drake.

Por estos motivos hemos pedido en el pleno de Estrasburgo, en dos ocasiones, en el pasado mes de julio y en septiembre (lo que nadie ha hecho), la labor de amparo del Parlamento europeo y de su presidenta, para que proteja a sus ciudadanos por encima de unos intereses personales, los de amigo de Aznar.

Una vez más el PP actúa contra Andalucía, votando a favor de que el submarino sea reparado en Gibraltar y de que esta base sea considerada por el Reino Unido, a partir de ya, apta para reparar ingenios nucleares, los que los propios ciudadanos británicos se niegan a tener allí, en sus bases.

No es el único ejemplo, el Gobierno popular ha reducido considerablemente (medio billón de pesetas, ... oye, muchos ceros unos detrás de otros) la aportación que la Unión Europea consideró para Andalucía -vale mucho dinero construir una terminal de facturación del aeropuerto de Barajas debajo de la Castellana-.

Podríamos pedir ahora, en un alarde de demagogia, que el Gobierno español, que al fin y al cabo ha asumido toda la responsabilidad de la situación, se lleve el submarino a la ribera del Manzanares, en la propia capital, para cambiarle allí las bujías, o a la ría de Vigo (comunidad gobernada por los peperos) o al puerto Olímpico de Barcelona, ahora que Jordi no se puede quejar, o, por qué no, como son tan malos y se lo merecen, al puerto de Bilbao. Pero no, no lo vamos a hacer, vamos a seguir luchando duramente para que lo reconsideren, siempre están a tiempo -¿o ya no?-.

Como a tiempo ha estado el alcalde popular de Madrid de torpedear todas las ilusiones, trabajo, dinero y esfuerzo que ha puesto Sevilla para ser sede olímpica, proponiendo paralelamente su ciudad para unos Juegos Olímpicos. No sólo es difícil navegar entre las oscuras y difíciles aguas de las decisiones olímpicas a la hora de adjudicar sede, sino que, además, esas aguas tienen dos tiburones para Sevilla y Andalucía.

Un gran tiburón blanco, Madrid, que muy presumible y políticamente tendrá el apoyo del Gobierno popular de la nación, y un pequeño tiburón azul, el del agravio, el del rencor, el tiburón del señor alcalde de Málaga, que en vez de apoyar a su tierra, negocia contra ella, a favor de intereses políticos de partido y no territoriales.

Sí, ya sé, siempre el agravio comparativo, la disputa Málaga Sevilla, Sevilla-Málaga,... ¿y Linares? Yo soy de Linares, ¿por qué no unos Juegos Olímpicos en Linares?

Ni es lógico, ni de recibo, que una ciudad andaluza le dispute a otra una olimpiada y, además, apoye a otra fuera de nuestra comunidad.

A partir de ahora ya no habrá Juegos Olímpicos organizados por ciudades, los organizarán los partidos políticos, según sus intereses electoralistas.

Hablando de Juegos Olímpicos, ¿se dopan los políticos?, ¿veremos a Álvarez Cascos corriendo los 100 metros lisos en Málaga?, ¿necesitarán anabolizantes para traernos el AVE?, ¿tomará Teófila Martínez esteroides para expulsar al PSOE del Gobierno andaluz?, ¿usará EPO Celia Villalobos para poder repartir peluquines cuando se nos empiece a caer el pelo por las radiaciones del Tireless?, ¿podremos elegir hospital donde ponernos implantes de pelo? So many questions.

En Andalucía nos explotan los torpedos dentro del submarino, como al desgraciado Kursk, y nos llevarán al fondo, si no lo estamos ya. No habrá Juegos Olímpicos en Sevilla, ni en Málaga, ni en Málaga ni en Sevilla, si seguimos así. Toda Andalucía junta para tener unos Juegos.

Mientras tanto, el submarino inglés será reparado en Gibraltar, ya que parece ser que el Gobierno de su Majestad consume más testosterona que el español, ... y lo demuestra.

Carlos Bautista Ojeda es parlamentario europeo del Partido Andalucista.

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