_
_
_
_
_
MÁXIMA TENSIÓN EN LOS MERCADOS.

El pacto entre el Gobierno francés y la principal patronal de transporte no desactiva las protestas

El conflicto de los carburantes dividió ayer a Francia, pero de forma diferente a como lo había hecho hasta ahora. La cúpula de la mayoritaria FNTR, la patronal que agrupa a los camioneros, aceptó la oferta del Gobierno para paliar con un recorte de impuestos la subida del precio del gasóleo y pidió poner fin a los bloqueos de refinerías que han desabastecido al 80% de gasolineras y han llevado el caos a todo el país. Pero la mayoría de afiliados a la FNTR desoyó a sus dirigentes y, junto con la minoritaria y más radical organización Unostra, prosiguieron con las protestas.

Más información
La UE acelerará las reformas fiscales para lograr un "euro fuerte" frente al dólar
"Los ministros creen que el crecimiento es muy robusto"
Perjuicio económico y daño político
Bajemos de 'La montaña mágica'
La OPEP promete en Viena que tomará medidas para bajar el crudo
Aznar recalca el rechazo del Gobierno a reducir los impuestos de los carburantes
El malestar se extiende al Reino Unido y grupos de agricultores y camioneros bloquean una refinería de Shell
Las reuniones mantenidas en España siguen sin avanzar

Conglomerado heterogéneo

Tras dos días de conversaciones con el ministro de Transportes, Jean-Claude Gayssot, los dirigentes de la FNTR se daban ayer por satisfechos. "A todas las crisis les llega su final. Y hay que saber verlo. Nosotros estábamos en huelga por razones económicas. Hemos obtenido satisfacción. Prolongar las barricadas es darles un significado que ya no tiene nada que ver con las reivindicaciones económicas", dijo René Petit, presidente de la FNTR. Sus palabras encontraron eco inmediato sólo en Saboya, y tres depósitos y refinerías de combustible fueron liberados.Así que, al mismo tiempo que se radicaliza, la protesta también ha comenzado a deshilacharse. Hace dos días, la TLF (otra central de propietarios de camiones) ya había aceptado la propuesta del Gobierno de reducir el impuesto sobre el gasóleo en 35 céntimos por litro este año (con efecto retroactivo), y 25 céntimos durante el año que viene. La FNTR asumió este compromiso ayer, pero sólo una pequeña parte de la organización.

La Unostra, la más minoritaria de las patronales de camioneros, quiere capitalizar la irritación de la gente ante un combustible que no cesa de aumentar. Por su parte, los dirigentes de los sindicatos agrarios franceses (FNSEA, Federación Nacional de Sidicatos de Explotaciones agrícolas y CNJA, Centro Nacional de Jóvenes Agricultores) pidieron esta madrugada a sus afiliados que levantaran las barreras "en las próximas horas", pero que permanezcan "movilizados".

En realidad, los campesinos esperan recuperar por vía indirecta las subvenciones que Bruselas ha ordenado reducir, los camioneros reclaman del Estado que les ayude a no hundirse ante la reestructuración forzosa de un sector en el que la oferta se ha multiplicado, los taxistas ya han obtenido lo que querían: subir sus tarifas un 4,5% y que la carrera mínima tenga un coste de 4,57 euros (760 pesetas), y las 5.500 empresas de transporte sanitario saben que pueden aumentar sus precios en un 9%.El 90% de las gasolineras francesas están desabastecidas y la vida cotidiana comienza a complicarse. En Saint Etienne, por ejemplo, ha habido que suspender el servicio de recogida de basuras, en Le Havre no limpian las calles desde hace dos días, e incluso la jornada futbolística de hoy corre el riesgo de no poder celebrarse en su integridad debido a que se han suspendido muchos vuelos interiores.

Las empresas de alquiler de coches renuncian a seguir trabajando en varias zonas debido a que un buen número de vehículos sin gasolina ha sido abandonado por sus conductores, Correos ya no logra atender a 29 departamentos, la autopista París-Burdeos estuvo cortada durante unas horas, y en el aeropuerto de Lyon se tuvieron que suspender 18 vuelos por la falta de disponibilidad de queroseno. Además, las fábricas que trabajan sin stocks de materia prima almacenada se plantean decretar el cierre de ciertas factorías.

Para analizar la situación creada tras la negativa de los transportistas a levantar el bloqueo, el primer ministro francés, Lionel Jospin, citó ayer a cuatro miembros de su gabinete. En la reunión participaron los ministros de Interior, Daniel Vaillant, de Transportes, Jean-Claude Gayssot, de Agricultura, Jean Glavany, y la secretaria de Estado de Presupuestos, Florence Parly. El titular de Transportes lanzó un encendido llamamiento para que finalice el bloqueo.

Paralelamente, las autoridades francesas han hecho saber a la Comisión Europea que en las próximas horas responderán a su petición sobre las medidas que van a tomar para garantizar la libre circulación de mercancías y personas. Si la respuesta es considerada insatisfactoria, Bruselas enviará previsiblemente "un requerimiento oficial" al Gobierno Jospin para que adopte medidas en un plazo máximo de cinco jornadas laborables, según explicó ayer en Bruselas el portavoz responsable de mercado interior, Jonathan Todd. Si no hay reacción de París en cinco días, se abriría "un procedimiento de infracción" contra Francia por atentar contra la legislación comunitaria.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_