Los países de UE encaran hoy la crisis del euro y la escalada del precio del petróleo

Los países integrados en el euro lanzarán hoy un nuevo mensaje de confianza en la moneda europea, que ayer alcanzó otro mínimo histórico frente al dólar (a 0,8676). Los ministros del Eurogrupo (los 11 países del euro más Grecia, que ingresará en enero próximo) analizarán hoy en Versalles las consecuencias de la caída del euro y la subida del petróleo. Expertos y fuentes de la Comisión Europea consideran muy improbable que los ministros encarguen formalmente al BCE una intervención masiva en los mercados de cambio para defender a la divisa europea.Los mercados siguen sin considerar un motivo su...

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Schröder rectifica

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Los países integrados en el euro lanzarán hoy un nuevo mensaje de confianza en la moneda europea, que ayer alcanzó otro mínimo histórico frente al dólar (a 0,8676). Los ministros del Eurogrupo (los 11 países del euro más Grecia, que ingresará en enero próximo) analizarán hoy en Versalles las consecuencias de la caída del euro y la subida del petróleo. Expertos y fuentes de la Comisión Europea consideran muy improbable que los ministros encarguen formalmente al BCE una intervención masiva en los mercados de cambio para defender a la divisa europea.Los mercados siguen sin considerar un motivo suficiente los buenos fundamentos de la economía europea y apuestan por el dólar en perjuicio del euro. Ayer la cotización del euro continuó su galopante caída para fijarse un cambio de 0,8676 dólares por euro (191,70 pesetas por dólar), con un descenso del 1,6% frente al día anterior. Por la tarde tuvo una ligera recuperación, oscilando entorno a 0,8710.

La caída del euro se ha combinado con la vertiginosa subida del precio del petróleo, que ayer cerró a 34,55 dólares por barril, otro máximo de los 10 últimos años. El impacto de esos dos factores en la economía europea centrará las deliberaciones de los ministros. Y es que el precio del petróleo es otro quebradero de cabeza, que influye además en la debilidad del euro. El Eurogrupo analizará las consecuencias de la carestía del barril en la inflación y el crecimiento.

Pero los mercados esperan también un nuevo gesto en defensa de la moneda europea. Los ministros francés y alemán, Laurent Fabius y Hans Eichel, intentaron ayer telefónicamente pactar previamente el contenido de ese mensaje. Se trata de dar confianza al euro y al mismo tiempo no desairar demasiado al canciller alemán Gerhard Schröder, uno de los causantes de la tormenta monetaria de esta semana al declarar que el bajo valor del euro le gusta más que le disgusta al favorecer a los exportadores alemanes. Un desprecio al euro que ha alentado su caída y que ha creado un desconcierto en Bruselas.Ayer, en Nueva York, se sucedieron las declaraciones. El propio Schröder, tras recibir fuertes críticas de la oposición en su país, rectificaba y decía ser partidario de un euro "fuerte". También el presidente frances, Jacques Chirac, insistía en el potencial de crecimiento europeo y en la capacidad de recuperación del euro. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, defendió la moneda y aseguró que ha sido "un acierto y un éxito" al permitir una economía más sana y estable. Desde Nicaragua, el ministro español de Economía, Rodrigo Rato, afirmó que "hace falta una apuesta por el crecimiento económico" europeo, informa Efe.

El Eurogrupo lanzará una declaración a favor del euro, según adelantó ayer el ministro francés para Asuntos Europeos, Pierre Moscovici. "No podemos regocijarnos de un euro débil por la sencilla razón de que, aunque es verdad que ayuda a exportar, por otra parte encarece el precio de las importaciones, y especialmente el petróleo", declaró a France 2TV.

El problema es que un simple mensaje -una fórmula a la que se recurrió ya el 8 de mayo pasado, en una declaración de apoyo ratificada el 4 de junio- puede ser insuficiente y, sobre todo, reiterativo. La proclama de que "la debilidad del euro no refleja la fortaleza de los fundamentos de la economía europea" ha sido expresada tantas veces, con mayor o menor pompa, que no tiene ya efecto mediático.

El portavoz del comisario europeo de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes, reiteró ayer ese mensaje una vez más, y afirmó: "El actual nivel del euro no es apropiado y esperamos que cambie y se aprecie". Pero esa declaración no parece que vaya a traducirse en medidas concretas, como la posibilidad contemplada en el Tratado de Amsterdam de que el Consejo de Ministros, con el apoyo de la Comisión Europea, ordene una intervención del Banco Central Europeo en defensa de la divisa europea.

"Todo hace suponer que no va a haber intervención del BCE, pero si la va a haber lo mejor es no decirlo. Estas cosas se hacen, pero no se dicen", señalaron en privado fuentes de la Comisión Europea. Fuentes alemanas citadas por Reuters consideraban improbable que los ministros hagan alusión en su declaración a la posibilidad de que el BCE intervenga de forma masiva en los mercados de cambio.

El presidente del BCE, Wim Duisenberg, será uno de los grandes ausentes. El holandés ha preferido quedarse en Calgary (Canadá), donde debe pronunciar una conferencia, y ha delegado en el vicepresidente, Christian Noyer. El ex presidente del Instituto Monetario Europeo (embrión del BCE), Alexandre Lamfalussy, afirmó que la debilidad del euro se debe a la falta de un mercado integrado en la UE.

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