El Deportivo agr anda su palmarés

El primer título de la temporada se quedó en A Coruña tras 180 minutos de juego más bien plomizo. El Deportivo resolvió con un detalle de calidad pero sin deslumbrar en ningún momento ante un rival que tampoco es el más adecuado para realizar un juego brillante. El Espanyol jugó con sus armas pero perdió porque tuvo muy poca llegada al área y tampoco le acompañó la suerte en el partido de ida, cuando estrelló dos remates en el palo. Cuando al equipo grande además le acompaña la suerte es muy díficil que el débil pueda sorprenderlo, aunque el Espanyol arriesgó demasiado poco para merecer mejor ...

El primer título de la temporada se quedó en A Coruña tras 180 minutos de juego más bien plomizo. El Deportivo resolvió con un detalle de calidad pero sin deslumbrar en ningún momento ante un rival que tampoco es el más adecuado para realizar un juego brillante. El Espanyol jugó con sus armas pero perdió porque tuvo muy poca llegada al área y tampoco le acompañó la suerte en el partido de ida, cuando estrelló dos remates en el palo. Cuando al equipo grande además le acompaña la suerte es muy díficil que el débil pueda sorprenderlo, aunque el Espanyol arriesgó demasiado poco para merecer mejor suerte.Los dos campeones del curso pasado empiezan la temporada demostrando las mismas carencias y virtudes que les llevaron a conquistar los títulos de Liga y Copa. El relax veraniego no va con los equipos que apuestan por el rigor táctico para imponer su juego y por eso las dos hinchadas han tenido que soportar una de las supercopas más aburridas de las que se han disputado. Deportivo y Espanyol dejaron claro que la apuesta por el espectáculo tampoco va a ser su opción para esta temporada y Riazor asistió ayer al mismo pobre espectáculo que se vivió hace una semana en Barcelona. Lejos quedan los marcadores abultados y los choques divertidos de otras temporadas. Al final el Deportivo salió ganador porque supo sacar ventaja de su mayor calidad con un golpe franco que Djalminha convirtió en gol. El Espanyol le ayudó a rematar la faena al regalarle un segundo gol en un clamoroso fallo defensivo.

El Espanyol sorprendió en los primeros minutos con un pressing intenso que obligó al Deportivo a replegarse. Eso sí, tampoco hay que exagerar y el dominio en el juego no fue acompañado de una constante llegada al área. Más bien lo contrario, el equipo de Paco Flores no fue capaz de inquietar a Molina hasta que empezó a jugar al contraataque un rato más tarde. El Deportivo se vió sorprendido por la agresividad de su rival, pero al cuarto de hora las fuerzas se igualaron y los de Irureta comenzaron a llevar la iniciativa. Pese a ello la cosa tampoco era para tirar cohetes y el primer tiro a puerta del campeón de Liga no llegó hasta la media hora con un remate de Fran que despejó a córner Mora.

La explicación a lo que sucedía era bien sencilla. El Deportivo parece dispuesto a repetir el esquema que ya le dio resultado el año pasado y, aunque estamos en pretemporada, ayer volvió a repetir su esquema más ofensivo, es decir, delantero y medio. Tristán fue el hombre más adelantado y Djalminha actuó como enganche. En el Espanyol el sistema era idéntico, pero todavía con menor presencia en el área ya que Tamudo y Posse son hombres más dotados para el contraataque que para el juego de área. La mejor ocasión para los blanquiazules llegó al filo del descanso tras un córner que permitió a Velamazán enganchar un disparo desde el borde del área que Molina sacó con mucho acierto. El portero internacional comenzó ayer a ganar terreno en su dura lucha con Songo'o por ganarse la titularidad. Intervino poco pero siempre lo hizo con acierto.

El Deportivo respondió pronto con una nueva ocasión en la que Víctor no llegó a un gran pase de Tristán que sólo requería un toque para convertirse en gol. El mediocampista reclamó intensamente al árbitro que Toledo le había empujado pero Mejuto no pitó el penalti y ambos equipos se retiraron al vestuario con tablas en el marcador. Lo justo para lo poco que había sucedido hasta ese momento.

Tras el descanso, nada cambió hasta que Tristán sacó una falta sobre la misma línea del área que equivale a medio gol cuando se tiene en el equipo a un lanzador como Djalminha. El brasileño colocó el esférico con maestría y el balón pegó en el larguero y botó dentro de la portería. Era el principio del fin para el Espanyol que no estaba preparado para afrontar una remontada.

Apenas tres minutos más tarde llegó la puntilla con un error increíble de Pochettino que regaló un balón a Tristán, sin ningún jugador que importunase al delantero en su camino hacia el gol. El fichaje más caro del Deportivo en su historia estrenó su cuenta en Riazor fusilando a Mora. Dos goles de ventaja se antojaban un mundo para el Espanyol, que aún así tuvo una ocasión para meterse en el partido pero Óscar un fue capaz de empujar a gol un centro medido de Velamazán. De ahí al final el partido se convirtió en un carrusel de cambios y de ocasiones en ambas porterías, aunque la afición estaba ya más pendiente de celebrar el título en la grada de lo que sucedía en el terreno de juego.

El Deportivo sumó su cuarto título oficial de la historia -dos Supercopas, una Liga y una Copa-y transmitió buenas sensaciones de cara al inicio de Liga, aunque la apuesta por un fútbol más ofensivo tendrá que seguir esperando. Al Espanyol le cabe el consuelo de siempre: el pobre pocas veces gana al rico. No hay que olvidar que el Deportivo se ha gastado este año una buena suma de millones para afrontar con garantías las cinco competiciones en las que se verá inmerso está temporada.