Clinton anima a Barak y Arafat a pasar a la historia por sus decisiones en favor de la paz
Encerrados en el retiro de Camp David con la promesa común de evitar filtraciones a la prensa, Ehud Barak y Yasir Arafat se dieron ayer el apretón de manos de rigor con el que arranca una cumbre marcada por una mezcla de trascendencia con desconfianza. Bill Clinton, dispuesto a no salir de esa residencia presidencial en los próximos siete días, reconoció, sin embargo, que la reunión arranca sin garantías de éxito, aunque no intentarlo, dijo, "es garantizar el fracaso", y recordó a Barak y Arafat su obligación de pasar a la historia por sus decisiones a favor de la paz.