_
_
_
_
_

"Apenas pruebo la verdura"

Alejandro del Peral mide 1,85 metros y tiene el pelo corto y moreno. El año pasado por estas fechas pesaba 90 kilos; ahora, 130. Ha engordado 40 kilos en un año, entre otras cosas porque ha matado a mordiscos la ansiedad que le han provocado los estudios. "Otros lo hacen fumando", replica. Le gusta comer de todo, menos de lo que no engorda. "La verdad es que la verdura apenas la pruebo y no como fruta".Le hinca el diente a la comida basura, las hamburguesas y le vuelven loco los pasteles. "Como a todo el mundo". Charo, su madre, afirma que le encanta comer. No es un joven deportista. El único ejercicio que practica es el senderismo, pasear por la sierra madrileña, y lo hace de forma muy esporádica. Este año ha estado "inactivo" porque ha dedicado la mayor parte de su tiempo a preparar los exámenes. "No se puede tener todo". "Por una parte he perdido y por otra he ganado", concluye.

Más información
"O adelgazo o dejo la espeleología"
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_