Barak descarta hacer concesiones sobre puntos clave en Washington
El primer ministro israelí, Ehud Barak, no hará concesión alguna a los palestinos con respecto a cinco cuestiones claves: control de fronteras, retorno de los refugiados, capitalidad de Jerusalén, desmantelamiento de las colonias judías y control del valle del Jordán. Estos puntos no serán negociables en la cumbre que el próximo martes celebrará con el presidente palestino, Yasir Arafat, en Camp David, Estados Unidos, según anunció ayer el propio Barak.
"Iremos a Estados Unidos con estas cinco líneas rojas y tenemos la intención de volver con ellas", afirmó Barak a la radio israelí, al tiempo que recalcaba que "de ninguna manera Israel volverá a las fronteras de 1967", tal y como han estado reclamando en las últimas semanas el presidente Arafat.La declaración de intenciones de Barak han supuesto un jarro de agua fría a las ya escasas esperanzas palestinas en esta reunión. Portavoces de Arafat no dudaban en calificar ayer al primer ministro israelí de "provocador"-
A pesar de estos presagios, los responsables palestinos han aceptado sentarse el próximo domingo con los israelíes en la mesa de las negociaciones en Washington, para preparar la cumbre tripartita del martes. Poco antes, Arafat se encontrará con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, según anunciaron ayer fuentes cairotas.
La reunión preparatoria del domingo intentará avanzar en las cuestiones colaterales y de segundo orden como el tercer repliegue del Ejército israelí, pactado hace tres meses, y la liberación de los presos políticos palestinos.
El anuncio de la celebración de la cumbre ha agravado la inestabilidad de la coalición gubernamental israelí, ya que dos formaciones, Partido Nacional Religioso y los rusos de Israel Ben Aliya, en desacuerdo con la posibilidad de realizar nuevas concesiones, han anunciado su intención de abandonar el Gobierno privándole de nueve escaños del Parlamento, lo que dejaría a Barak con 59 diputados en una cámara de 120.
La situación para Barak podría empeorar si los ultraortodoxos de Shas deciden al final retirarle el apoyo de los 17 escaños y sumarse con las demás fuerzas a un proyecto de Gobierno de Unidad Nacional, en el que podría entrar incluso la derecha Likud, y que estaría presidido por el propio Barak.
