La Dirección de Tráfico abre una investigación sobre el siniestro
Examen de los tacómetros
El director general de Tráfico, Carlos Muñoz Repiso, ha encargado una investigación para determinar las causas del accidente ocurrido ayer por la tarde en Golmayo (Soria) al colisionar un camión de transporte de ganado y un autocar de estudiantes de Barcelona que iban a pasar unos días en unas colonias escolares de Aranda de Duero (Burgos). En declaraciones a la agencia Efe, Muñoz Repiso señaló que aún se desconocen con exactitud las causas por las que el camión invadió el sentido contrario al tomar una curva a la derecha, aunque apuntó que "este tipo de accidentes se produce generalmente por velocidad excesiva", si bien no descartó un posible fallo mecánico del vehículo que provocó el siniestro. Muñoz Repiso explicó que en el autocar viajaban 38 personas y en el camión otras dos. Ninguno de los ocupantes de los dos vehículos implicados en el siniestro ha salido ileso. La cifra total de víctimas se elevaba a última hora de la tarde de ayer a 27 fallecidos y trece heridos de diversa consideración.
A pesar de la gravedad de este accidente, el responsable de la DGT recordó que "estadísticamente está demostrado que el autobús es el medio más seguro de transporte por carretera", aunque reconoció que los accidentes de este tipo de vehículos producen una gran alarma social "por la confianza que se tiene en ellos".
El estudio técnico encargado por la DGT para desvelar las causas y circunstancias del siniestro incluirá un examen de los tacómetros de los dos vehículos y un análisis de su estado. No obstante, el director de Tráfico recordó que en el caso del autobús, matriculado el pasado mes de diciembre, el vehículo "contaba con todos los elementos de seguridad más actuales", entre ellos el arco antivuelco que, sin embargo, no ha sido eficaz en este caso al tratarse de "un choque frontolateral y con una caída por un terraplén de unos cinco metros". Muñoz Repiso expresó sus condolencias por este "trágico" accidente en el que han perdido la vida numerosos jóvenes de entre 14 y 18 años. "No es que valga más una vida que otra, pero la muerte de jóvenes conmueve más por la tragedia familiar que supone perder un hijo".
El director de la DGT ha mantenido informados permanentemente de las circunstancias del siniestro a los alcaldes de las localidades catalanas de Ripollet y Viladecans, de donde procedían los escolares, y a los responsables de la consejería de Gobernación de la Generalitat de Cataluña.
