_
_
_
_
_

Nuevas denuncias cuestionan el servicio urgente del nuevo modelo de transporte sanitario

"Todo el mundo está pendiente del cronómetro para ver cuánto tiempo tarda la ambulancia: los servicios de emergencia no pueden trabajar bajo tanta tensión". El delegado de la Generalitat en Girona, Carles Llorens, teme que el constante goteo de denuncias que ponen en tela de juicio la eficacia del servicio urgente de ambulancias haya generado una "falsa alarma de desatención". Llorens afirmó ayer que los alcaldes que han denunciado tardanzas excesivas de las ambulancias utilizan el caso para desgastar políticamente al Gobierno de la Generalitat.

El alcalde de Figueres, Joan Armangué (PSC), ha pedido al delegado de Sanidad en Girona que abra una investigación sobre el servicio que prestó la ambulancia del Consorcio del Transporte Sanitario de Cataluña (CTSC) en un accidente ocurrido en el cinturón de ronda de la población en la madrugada del pasado lunes. Armangué, respaldado por los informes de la Policía Local y del hospital comarcal de Figueres, mantiene que una misma ambulancia tuvo que trasladar a dos niños heridos de gravedad y que este mismo vehículo debió volver al lugar de los hechos, media hora después, para buscar a un tercer herido.Además, según consta en una carta enviada por el alcalde al delegado de Sanidad de Girona, en ninguno de los dos casos la ambulancia tenía el equipamiento preceptivo para atender heridos en accidente, utillaje que fue facilitado por los bomberos.

El delegado de la Generalitat desmintió al alcalde de Figueres, escuetamente y sin entrar en detalles, y aseguró que, de acuerdo con sus informes, al accidente habían acudido tres ambulancias. Llorens dijo que no estaba en condiciones de asumir una discusión "sobre si a un accidentado se le puso o no un collarín". El representante del Gobierno de la Generalitat en Girona pidió a alcaldes y diputados de la oposición que dejen de hacer declaraciones "explosivas en los periódicos" y les emplazó a un debate en el Parlament o a llevar los posibles casos de negligencia ante los juzgados.

El informe del hospital de Figueres, firmado por su gerente, mantiene que unos 15 minutos antes de que llegara la primera ambulancia con los dos niños accidentados, la empresa de ambulancias CTSC les aseguró que no se podía asumir el traslado de un paciente del hospital a su domicilio porque los dos vehículos disponibles estaban realizando un servicio.

También el alcalde de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà), Joan Alfons Albó, se quejó de que un operario de la construcción que se accidentó tuvo que esperar durante 29 minutos la llegada de la ambulancia. Con anterioridad había sido el alcalde de Agullana, en el Alt Empordà, quien había denunciado un retraso de 45 minutos para acudir a una urgencia.

Tras la muerte, el pasado lunes, de tres personas que se ahogaron en la playa de L'Estartit (Baix Empordà), caso que desató la polémica por la tardanza de la ambulancia que debía trasladar a las víctimas, en las comarcas de Girona se vive un clima de psicosis que quedó reflejado ayer en la playa de Palamós. Para auxiliar a un súbdito francés de 77 años que se estaba ahogando acudió un inusual despliegue de fuerzas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tras el aviso de los socorristas, en la zona coincidieron la ambulancia de la Cruz Roja, con base en la playa, y también la del Consorcio del Transporte Sanitario de Cataluña, que desde el lunes dispone de la concesión del servicio en la comarca.

El anciano fue trasladado al hospital Josep Trueta de Girona. Aunque respondió a la reanimación que le practicaron en el servicio de urgencias, el hombre fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos porque su estado era grave.

Una reorganización traumática

Antes de que la Generalitat se viera obligada a convocar, por imperativo legal, un concurso para adjudicar los servicios de ambulancias, cualquier empresa radicada en el territorio podía acudir a una emergencia. Los bomberos y cuerpos policiales disponían de una lista de empresas y, por criterios de proximidad, llamaban a una u otra ambulancia.El nuevo panorama impone una sola empresa prestadora de servicios de ambulancias, surgida de la unión de pequeñas firmas privadas. La compañía adjudicataria, que en cuatro de las cinco zonas en las que se ha dividido Girona ha resultado ser el Consorcio del Transporte Sanitario de Cataluña, es ahora la única responsable de dotar al territorio de un sistema eficaz de atención urgente. Los vehículos de la Cruz Roja, que anteriormente realizaban el 25% de los servicios, han quedado fuera de juego.

El parque móvil disponible, si bien puede ofrecer sobre el papel los servicios que le reclama la Administración, ha quedado sensiblemente reducido y, a juzgar por los últimos casos, no puede responder a las urgencias con la misma celeridad. Los más críticos con la privatización mantienen que, sin competencia, el servicio corre el riesgo de degradarse. En las plicas del concurso no se especificaba ni la medicalización necesaria ni la especialización del personal que debe efectuar el transporte.

Una ambulancia tarda 45 minutos en El Prat

Una mujer de 77 años murió el pasado 25 de junio, presumiblemente a causa de un infarto, después de esperar alrededor de 45 minutos a que llegara una ambulancia a su domicilio de El Prat (Baix Llobregat), según trascendió ayer.La familia de la anciana ha denunciado el caso y el Ayuntamiento estudia sumarse como acusación particular. Cuando la mujer empezó a encontrarse mal, los familiares telefonearon a la Policía Local. Los agentes llamaron a su vez al 061, donde respondieron que el servicio estaba saturado. La ambulancia llegó 45 minutos después y la mujer murió cuando era trasladada al hospital de Bellvitge.

El caso fue denunciado el miércoles en el pleno municipal para ilustrar el contenido de una moción sobre el deterioro del servicio. El Ayuntamiento ha advertido en las últimas semanas hasta 22 casos de petición de ambulancia por enfermedad o accidente en la vía pública en los que, tras la pertinente llamada al 061, la persona que atendió la comunicación se refirió invariablemente a problemas de saturación o de falta de vehículos. "Antes esto no ocurría. El tiempo medio de respuesta era de un cuarto de hora", dijo ayer el concejal de Sanidad, Antoni Pedreño. El pasado mes de junio, el Ayuntamiento reclamó una solución al Servicio Catalán de la Salud, que aún no ha respondido, según aseguró ayer Pedreño.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_