Blair intenta aclarar en Berlín el papel europeo de Londres

"Sereno y seguro de sí mismo". Así describían anoche a Tony Blair sus portavoces poco antes de que el líder laborista británico viajara a Berlín para discutir con el canciller germano, Gerhard Schröder, sobre la Europa de múltiples velocidades, modelo patrocinado por el presidente francés, Jacques Chirac. Blair ha sido criticado con dureza en casa por la oposición conservadora, que le acusa de haber perdido el pie en las negociaciones comunitarias y de preparar la llegada del euro de tapadillo. El líder laborista ha tratado de aplacarles entresacando los pasajes menos polémicos del discurso pr...

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"Sereno y seguro de sí mismo". Así describían anoche a Tony Blair sus portavoces poco antes de que el líder laborista británico viajara a Berlín para discutir con el canciller germano, Gerhard Schröder, sobre la Europa de múltiples velocidades, modelo patrocinado por el presidente francés, Jacques Chirac. Blair ha sido criticado con dureza en casa por la oposición conservadora, que le acusa de haber perdido el pie en las negociaciones comunitarias y de preparar la llegada del euro de tapadillo. El líder laborista ha tratado de aplacarles entresacando los pasajes menos polémicos del discurso presidencial galo: "Chirac habló de flexibilidad y cooperación. Además, todos los Estados son iguales en el seno de la UE". Ante sus ministros, sin embargo, admitió que no estaba muy seguro de las intenciones de Francia.

Su cita en Berlín, pactada mucho antes de esta nueva controversia, debía servir para que Blair y Schröder analizaran precisamente los aspectos políticos y financieros de la integración comunitaria. "Ambos líderes se llevan de maravilla, y a nadie se le ocurre que vayan a crearse dos ligas diferentes entre las naciones europeas", añadieron los portavoces de Downing Street. Según su portavoz de Asuntos Exteriores, Francis Maude, las palabras de Chirac no dejan lugar a dudas: Francia dicta la agenda de la UE y, junto con Alemania, espera crear cuanto antes un "superestado" europeo. "Está claro que Blair no pinta nada en Europa. Otros líderes comprenden que tienen la obligación de debatir el futuro de la UE. Blair, cada vez más arrinconado, tiene miedo", señaló Maude.

Poco antes de salir, Blair tuvo que hacer frente a otro supuesto malentendido. Según el diario alemán Berliner Zeitung, la titular de Comercio, Helen Liddell, habría asegurado que la aceptación del euro por parte de Londres llegaría "mucho antes de lo esperado". La ministra asegura que tradujeron mal sus palabras, puesto que sólo se refería a la introducción de monedas y billetes de euros. Los tories expresaron su horror ante dicha posibilidad.

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