Retirada a los 'boxes'

Es un prejubilado atípico. Juan José Ubaghs, director de Fabricación de la factoría de Ford España en Almussafes durante los últimos 10 años, se retira con 58 años a los boxers. Ayer se despidió de los medios de comunicación satisfecho por haber colocado a Almussafes en "Primera División"; es decir, entre las 10 primeras factorías de las 112 con que cuenta la multinacional en todo el mundo.A partir del lunes próximo, 8 de mayo, le sucederá en el cargo el que ha sido su mano derecha desde que llegó hace dos años procedente de EE UU, el argentino Antonio Ades. Ubaghs se desvinculará definitivamente de la gerencia el 31 de mayo, pero continuará su vida en Valencia. "He dicho muchas veces que Valencia es la California europea",

"Hay que gestionar el futuro no la rutina diaria", receta a su sucesor este belga de origen, nacionalizado español hace 15 años. Ingeniero técnico y políglota, empezó a trabajar para Ford en 1966 en la factoría belga de Genk donde, nueve años después, se convirtió en responsable de Carrocerías y Montaje.

Ubaghs llegó por primera vez a Valencia en 1975, coincidiendo con el arranque de la planta de Almussafes, destino al que ha estado ligado hasta ahora. Un hecho, por otro lado, insólito en una compañía multinacional, donde los recambios de ejecutivos suelen producirse cada tres o cuatro años.

En los 25 años transcurridos, Ubaghs sólo ha dejado España para ocupar diferentes jefaturas en las factorías británicas de Halewood y Dagenham, esta última amenazada ahora de cierre. "En 10 años no he vuelto allí, pero supongo que ellos estarán luchando por conservarla", respondió ayer.

En 1991 retornó a Valencia, donde ha permanecido casi una década como director de fabricación hasta su retirada anticipada, al parecer programada desde hace tiempo. Hace dos años Ford España lo ascendió de consejero a vicepresidente, un cargo que prevé abandonar en un tiempo. Su intención es conservar la presidencia de la Fundación para la Innovación y el Desarrollo de Ford y la vicepresidencia de la Cátedra de Cultura Empresarial de la Universidad de Valencia. De momento sólo tiene previsto retirarse a su casa en Alpuente durante dos meses y después "ya veremos".

De sus logros al frente de Almussafes presume sin tapujos del reciclaje formativo de los cerca de 8.000 operarios de Ford y del parque industrial anexo a la factoría, copiada por otros centros de Ford en Europa. A pocos metros de la factoría y conectados por unos puentes elevados están los grandes proveedores de Ford. Es un ejemplo práctico del Just in time implantado por Ubaghs. "Hay cambios estructurales profundos y permanentes en Europa. La velocidad condiciona este tiempo", afirma convencido.

Del futuro de Almussafes ante la reestructuración europea de Ford dice poco. "No tengo una bola de cristal. Almussafes está bien situada pero no puede relajarse ni en calidad ni en productividad. Debe mejorar aún más su flexibilidad laboral", sentencia. Su empeño por flexibilizar las condiciones de trabajo le llevó hace dos años a protagonizar uno de los capítulos más negros de su gestión. La negociación del último convenio colectivo en 1998 se convirtió en una auténtica batalla campal en la que al final tuvo que mediar la propia matriz en EE UU. Este episodio desgastó inevitablemente su imagen y convirtió en "mala" noticia a una planta con escasa influencia política en Europa y EE UU.

"Las situaciones profesionales más difíciles no las he pasado aquí", rebate Ubaghs. "Cuando estás arriba sólo te tienen que seguir 8.000 personas y éso siempre resulta difícil. La satisfacción de trabajar con el personal y mi equipo de colaboradores ha sido muy grande.

En todos estos años de estancia le ha parecido especialmente admirable "lo bien que saben vivir los valencianos" y "su hambre de aprender". "Aquí con sólo sugerirlo salen las cosas", agrega el ejecutivo, absolutamente convencido de que los círculos de calidad, tan característicos de la cultura de Ford, se inventaron en torno a una paella.