Cartas al director

Declive de Lavapiés

Es vergonzoso el declive del madrileño barrio de Lavapiés. Las calles, levantadas; los moros, robando a los pocos turistas que se dejan caer por aquí; los restaurantes, cerrando poco a poco porque no tienen clientes, y qué clientes van a tener; los moros que entran a robar. Algún turista despistado que no ha comprendido que en la agencia de turismo le han prohibido venir a esta zona por los posibles robos, el caso es que llega y ¡robado! Los pocos que quedamos en el barrio, de toda la vida, salimos a veces, pues el robo se ha hecho común, en auxilio; llamamos a la policía nacional y cuando lle...

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Es vergonzoso el declive del madrileño barrio de Lavapiés. Las calles, levantadas; los moros, robando a los pocos turistas que se dejan caer por aquí; los restaurantes, cerrando poco a poco porque no tienen clientes, y qué clientes van a tener; los moros que entran a robar. Algún turista despistado que no ha comprendido que en la agencia de turismo le han prohibido venir a esta zona por los posibles robos, el caso es que llega y ¡robado! Los pocos que quedamos en el barrio, de toda la vida, salimos a veces, pues el robo se ha hecho común, en auxilio; llamamos a la policía nacional y cuando llegan 50 minutos después y dos reclamaciones dicen que es normal. Se les comenta que están repartiéndose el botín en el parque de Cabestreros y la mujer policía, en su moto, guapísima, con sus modernas gafas de espejo azul, nos dice: "Nosotros no podemos ir ahí". ¡Qué vergüenza! Será porque les roban las motos; no se sabe.El caso es que cada día hay más moritos, porque son unos niños entre 12 y 17 años los que roban a las ancianas que quedan en el barrio, y si algún día, de casualidad, la policía engancha a uno alegan que como son menores no se les puede echar y automáticamente se van. ¿Qué hacemos nosotros entonces? Parece ser que la Administración quiere que se formen policías de barrio entre los pocos vecinos auténticos que quedan. Ahora me río yo de los derechos humanos. Y nosotros, ¿qué derechos tenemos? Hay que esperar a que proliferen las pintadas de Pelayo, resucita... Si ya lo decía Cervantes en el Quijote: "¡Moros! Naturales enemigos nuestros".- .

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