Francia equipara las obligaciones militares para los jóvenes de ambos sexos Una jornada de aprendizaje sustituye a la mili
Hace ya años que hay mujeres soldado, que algunas de ellas pilotan cazas o navegan en submarino, pero son excepciones voluntarias en un universo masculino. Desde el próximo sábado las francesas nacidas después del 1 de enero de 1983 estarán sujetas a iguales obligaciones militares que los varones nacidos después del 1 de enero de 1980. En caso de guerra no habrá discriminación: todo el mundo podrá ser llamado a filas.Pero la hipótesis bélica parece muy lejana. El mercado común ha convertido a los antiguos enemigos en socios, y las guerras en las que puede verse envuelto el ejército francés son conflictos en los que sus tropas intervienen como aliadas de soldados de la Unión Europea y, muy frecuentemente, de los de EE UU. "Los reclutas ya no son útiles", dijo Jacques Chirac al anunciar la profesionalización de las armas francesas.
El antiguo servicio militar, en fase de extinción, duraba 10 meses y estaba restringido a los hombres. La JAPD (Jornada de Aprendizaje de la Defensa) durará un día y exige la presencia de hombres y mujeres. La JAPD llegará después de que los jóvenes aprendan, entre los 13 y 16 años, el manual de instrucción cívica Defensa Nacional y Seguridad Colectiva, una materia más en Ciencias Sociales. La JAPD convoca a los empadronados en el ayuntamiento entre los 16 y 17 años. Es un trámite obligatorio porque, de no cumplirse, el futuro ciudadano no estará inscrito en el censo electoral ni podrá sacar el permiso de conducir.
La JAPD propiamente dicha reunirá a 800.000 jóvenes de ambos sexos en 220 cuarteles o bases. Por la mañana verán documentales y luego participarán en un debate sobre la "obligación de no olvidar". El fantasma de las matanzas de la II Guerra mundial, con mención expresa del genocidio judío, está muy presente para explicar la necesidad de un ejército de la democracia.
Después, los jóvenes, además de ser tallados, se someterán a un un test de inteligencia. Los realizados hasta hoy han detectado que alrededor de un 5% de los convocados -de momento todos varones- tienen problemas graves para leer un texto y explicar su significado. El porcentaje equivale a admitir que cada año acaban sus estudios entre 40.000 y 50.000 personas que apenas saben leer o escribir. Está por ver si eso cambiará con la irrupción de las chicas en los cuarteles.
