Genocidio en Guatemala
La decisión de un juez español de aceptar a trámite la querella por genocidio, tortura, terrorismo, asesinato y detención ilegal presentada por la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú contra tres ex presidentes y cinco ex jefes militares representa una de las noticias sobre derechos humanos más importantes aparecidas últimamente. El genocidio social y étnico practicado durante décadas por el Estado-Ejército guatemalteco, con el apoyo de las oligarquías, de los terratenientes, de los EE UU y de otros países, fue uno de los más cruentos del siglo. A pesar de ello, no ha tenido el suficiente eco de denuncia entre los medios informativos y sectores progresistas, si lo comparamos con Chile y Argentina, quizá porque la mayoría de sus víctimas fueron indígenas pobres y analfabetos. Ya es hora, pues, de exigir el encarcelamiento de los responsables políticos y ejecutores guatemaltecos y -¿por qué no?- norteamericanos, quienes no solamente atentaron contra todo proyecto de democratización y de justicia social, sino que cometieron todo tipo de atrocidades. El despotismo, desprecio, ambición y sadismo de los sectores dirigentes o de los "finqueros" para con su propio pueblo hizo que aquel bello país centroamericano se convirtiera en un reguero de sangre: la de la gente que, gracias a su duro trabajo fruto de la explotación secular, les ha mantenido y enriquecido, mientras la mayoría de los habitantes vivía y vive en la miseria.- .