EL PERSONAJE Récords en voz baja

Xavi Aguado superó el domingo los 400 partidos con la camiseta del Zaragoza, de los cuales 329 son de Liga, y rebasó así el registro absoluto de cualquier jugador del club en toda su historia. El récord lo ostentaba José Luis Violeta, una de las leyendas del club aragonés. El propio Violeta, que le entregó el testigo bajo forma de placa en los prolegómenos del Zaragoza-Betis, le expresó en voz baja a Aguado su alegría de que haya sido él quien lo superase, "porque eres un futbolista honrado, que lo has dado todo en el campo".Los récords de Aguado (Badalona, 1968) dentro del fútbol profesional van más allá de la fidelidad a un club: junto al ex zaragocista y atlético Juanito, ahora en el Extremadura, es el jugador de Primera División en activo que más tarjetas rojas ha visto: nada menos que en 16 ocasiones se ha ido a la ducha por adelantado y por decisión arbitral. De amarillas tampoco anda mal servido: si le enseñan una más, serán ya 100 y entrará a formar parte del club con Hierro y Santi, el central del Atlético. En lo que nadie le gana es en la expulsión más rápida: en un Zaragoza-Sevilla de Copa, a Díaz Vega no le tembló el pulso para enviarlo a la caseta a los 50 segundos de partido.

Esta temporada ha jugado 23 partidos y viene siendo una pieza clave para que la defensa del Zaragoza sea, junto a la del Alavés, la menos goleada del campeonato (31 goles encajados en 31 jornadas). Aguado llegó del Sabadell y sus recuerdos se dejan ver ya a través de un vidrio esmerilado llamado memoria que va creciendo y donde aún reluce lejana su aportación a la Recopa europea del Zaragoza en el Parque de los Príncipes de París. Sería fácil decir que quedan pocos jugadores así, que el fútbol ha perdido su halo de romanticismo y de fidelidad a unos colores. Nada, una sarta de tópicos. El principal mérito de Aguado ha radicado, sin duda, en dar el callo a diario con el fin de convencer a un puñado de entrenadores (Víctor Fernández, Espárrago, Costa, Txetxu Rojo...) para ponerlo de patitas en el campo. ¿Qué pueden pensar jugadores como Aguado viendo a Anelka escondido en el maletero de su coche? Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su pueblo. De momento Aguado, para cuando se retire, y aún le queda cuerda, plantea dedicarse al recogimiento de su negocio de vinos.