Dura oposición de la CEOE al impuesto turístico que prepara el Gobierno balear

El Consejo de Turismo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) hizo pública ayer su "gran preocupación" por el proyecto del Gobierno balear, que preside el socialista Francesc Antich en coalición con otras fuerzas de izquierdas, de implantar un "impuesto turístico" o ecotasa en las islas.Los representantes de la patronal en el sector consideran que esta iniciativa tendría "graves consecuencias" para la actividad turística de la comunidad autónoma balear, el pilar básico de su economía.

El órgano sectorial de la CEOE, dirigido por el presidente del grupo Spanai...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Consejo de Turismo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) hizo pública ayer su "gran preocupación" por el proyecto del Gobierno balear, que preside el socialista Francesc Antich en coalición con otras fuerzas de izquierdas, de implantar un "impuesto turístico" o ecotasa en las islas.Los representantes de la patronal en el sector consideran que esta iniciativa tendría "graves consecuencias" para la actividad turística de la comunidad autónoma balear, el pilar básico de su economía.

El órgano sectorial de la CEOE, dirigido por el presidente del grupo Spanair Marsans, Gonzalo Pascual, considera que la implantación de un impuesto de entrada en las islas, tal como pretende el Ejecutivo balear, tendría "un efecto disuasorio en el viajero", restaría competitividad al destino y podría provocar una deslocalización de las empresas de la comunidad.

Por ello, sostiene que la creación de una ecotasa supondrá "sin duda alguna, el inicio de un proceso acelerado en el sentido de dañar la gallina de los huevos de oro balear".

Recordó, además, que si el Gobierno de la comunidad autónoma balear se ve obligado a conseguir mayores ingresos para asegurar la sostenibilidad del medio ambiente, "dispone de mecanismos basados en la corresponsabilidad fiscal" que pueden permitirle lograr estos ingresos "sin que se resienta la economía".

En un comunicado hecho público ayer, el Consejo de Turismo de la patronal recuerda que "durante los años 1998 y 1999 y, probablemente, también en el 2000, la llegada de turistas se ha visto beneficiada por sucesos coyunturales en el área mediterránea, tales como la guerra de la antigua Yugoslavia, los atentados terroristas sucedidos en Egipto y los terremotos sufridos en Turquía".

Más competencia

"Parece razonable que estos países vuelvan a la normalidad y entren de nuevo en competencia", continúa el organismo empresarial, añadiendo que "una medida como el impuesto turístico podría restar competitividad a Baleares, afectando negativamente a la entrada de turistas, los ingresos, los resultados de las empresas y el empleo de la comunidad".

Además, señala que esta situación podría derivar en un proceso de deslocalización empresarial, que provocaría un "retroceso paulatino de la economía balear".

En este sentido, subraya que el turismo y las actividades indirectas derivadas de él son fundamentales para mantener la bonanza económica en la comunidad autónoma.

La renta per cápita balear se sitúa en el 150% de la media española y en un 125% del promedio europeo. Además, el Consejo de Turismo de la patronal se mostró escéptico sobre la consideración que un impuesto de este tipo tendría en el seno de la Unión Europea.

"No parece que la doctrina de la Unión Europea pueda acoger un impuesto muy localizado y exclusivamente para no residentes, aunque sea con una finalidad tan generalmente aceptada como es el mantenimiento del medio ambiente", advirtió el organismo.

El Consejo de Turismo de la confederación empresarial agrupa a asociaciones empresariales de los sectores de hoteles, agencias de viajes, escuelas de turismo, cámpings, estaciones termales, agroturismo, transporte aéreo y en autobús y alquiler de vehículos.

A ellos se unen las agrupaciones que representan a las empresas dedicadas a restaurantes, cafeterías, bares, discotecas y salas de fiestas.