RECONOCIMIENTO A LOS BACKSTREET BOYS

Que la música de los Backstreet Boys es una tortura lo dijo mucha gente en su momento, pero hasta ahora nadie se había atrevido a ponerlo en práctica. Ha sido en la Universidad de Toronto, donde un grupo de 20 estudiantes protestaba desde hace seis días contra la venta en las tiendas del campus de ropa de deporte manufacturada en países del Tercer Mundo. Para pedir su prohibición ocuparon las oficinas del rector, que estaba de vacaciones, y de su equipo directivo. Pues bien, para forzar el fin de la protesta, la dirección ha cortado todos los teléfonos de las oficinas ocupadas y, por las noche...

Que la música de los Backstreet Boys es una tortura lo dijo mucha gente en su momento, pero hasta ahora nadie se había atrevido a ponerlo en práctica. Ha sido en la Universidad de Toronto, donde un grupo de 20 estudiantes protestaba desde hace seis días contra la venta en las tiendas del campus de ropa de deporte manufacturada en países del Tercer Mundo. Para pedir su prohibición ocuparon las oficinas del rector, que estaba de vacaciones, y de su equipo directivo. Pues bien, para forzar el fin de la protesta, la dirección ha cortado todos los teléfonos de las oficinas ocupadas y, por las noches, pone música de los Backstreet Boys a buen volumen "para hacerles la vida un poco más incómoda", según dijo la encargada de relaciones públicas del centro. Según Sonia Singh, una de los manifestantes, "ésta es probablemente la primera vez que los Backstreet Boys son utilizados como una forma deliberada de tortura por privación de sueño".- ,