El Espanyol despide al Celta

El Espanyol resistió en Vigo y acabó ganando con un gol de Serrano a última hora. A eso acabó reducido el partido en Balaídos. La Copa en su versión más cicatera, o impotente si se mira desde la perspectiva del Celta. El patadón y tente tieso se legitima desde la perspectiva de un gol que vale el pase a la siguiente ronda. Y el partido se dibuja en base a ello. El Espanyol mantuvo la compostura durante media parte y después dio por bueno el achique de balones como hilo argumental. El Celta, frente a ello, no logró continuidad en su juego ofensivo más que en algunas fases del segundo periodo en las que sumó cuatro buenos remates, uno de ellos, de McCarthy, al palo. Pero Cavallero neutralizó otro par de disparos y el Espanyol acabó saliéndose con la suya.El Celta acusó los efectos nocivos de sus últimos resultados. El Espanyol se desplegó con convicción y aprovechó la tibieza y las dudas del Celta para mostrar una mayor desenvoltura. Pero las emociones fuertes se produjeron debido al tembleque de la defensa viguesa. Primero fue Djorovic quien se vio sorprendido por Tamudo en un balón bombeado por Cristóbal. El centro del delantero lo remató mal De Lucas, que llegaba por el centro con espacio. Después se produjo una mala cesión de Vivas a Djorovic, que por centímetros no llegó a pies de Tamudo, solo ya ante Pinto. El nervio y la rapidez de la línea de medios del Espanyol evitó que el Celta tomara con claridad la iniciativa y agobiara en exceso a Cavallero.

El partido se disputó en terreno del Espanyol toda la segunda parte. Makelele se adueñó de la parcela central y las basculaciones de Karpin en ataque propiciaron las mejores ocasiones para el Celta. Pero al final fue el Espanyol el que, en una de sus contadas jugadas de contraataque, marcó ya en tiempo añadido.

El Compostela, por penaltis

Los penaltis decidieron en favor de Compostela la eliminatoria de Copa que le enfrentaba al Villarreal, informa Javier Pérez. Los gallegos se clasificaron por primera vez en su historia para los cuartos de final. El Villarreal rozó la proeza, pues anoche igualó la eliminatoria en su feudo (3-0, el mismo resultado de la ida), pero falló desde el punto fatítico (2-4). Dos penaltis parados por Ponk condenaron a los castellonenses. La primera parte concluyó con el empate inicial, lo que hacía presagiar un segundo acto placentero para el Compostela.

No fue así. Los gallegos se condenaron: recularon descaradamente y el Villarreal aprovechó la coyuntara para poner cerco al marco rival y lograr una buena relación entre llegadas y remates. Cagna (m.64) y Moisés por dos veces (m.69 y 93), uno de ellos de penalti, empataron la eliminatoria. No le bastó. Los penaltis clasificaron al Compostela.