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El primer actor que ingresa en la Academia

La gran felicidad de las gentes del cine y el teatro

"Es la primera vez que la Real Academia admite con supremo respeto a un hombre de teatro, en el que se aúnan interprete y autor", afirmó Francisco Nieva en su discuro de bienvenida a a Fernando Fernán-Gómez. Aplausos atronadores en la docta casa.Más contentos casi que el propio Fernán-Gómez estaban sus colegas, muchos de los cuales tuvieron que seguir el acto fuera de la sala. No cabía ni una mosca y fueron muchos los que siguieron las palabras de Fernán-Gómez de pie.

Quizá quien más contenta estaba era Tina Sáinz, aunque no quiso hablar en nombre de la profesión. "Yo, Tina Sáinz, en nombre propio, puedo decir que para nosotros, los actores, es muy importante, que el mejor de todos, Fernando Fernán-Gómez haya entrado en la Real Academia. Es como si nos representara a todos. Me siento muy feliz y quiero darle las gracias porque, de alguna manera, nos ha metido a todos en esta institución tan importante".

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Abanderado

No sabe Fernando Fernán-Gómez, un hombre retraído al que no le gusta nada, pero nada, estar en los papeles y hablar con los periodistas, la que le ha caído encima. Sus colegas le han admirado siempre, pero ahora lo han elegido como símbolo y como abanderado: es el primer actor que entra en la Academia.

No quiso perderse el acto, aún con la resaca de los Goya, Aitana Sánchez-Gijón. José Sacristán fue uno de los primeros en llegar. "Es realmente muy importante para nosotros que Fernando nos represente en la Academia". Pepe Martín, el inolvidable Conde de Montecristo, alabó el ingreso de Fernán-Gómez en la Academia y se unieron a su alegría Silvia Martín, de Espasa Calpe (la "apoderada", como dicen), los académicos, y el director general del Libro, Fernando de Lanzas.

El nuevo académico ha repetido en diversas ocasiones que le hace mucha ilusión estar en la Academia, aunque asegura que ignora qué puede aportar un cómico como él a la docta casa.

El cómico, como gusta definirse, es un hombre ocupadísimo. En septiembre pasado publicó una novela, Oro y hombre (Muchnik Editores), en la que a través de las aventuras y desventuras de Lucas Maraña, hace un estupendo retrato del pícaro. Y este mes ha sacado un libro de relatos, La Escena, la Calle y las Nubes (Espasa), que pone de manifiesto su buen hacer en las letras.

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