_
_
_
_
_
EL "CASO PINOCHET"

Oportunidad y oportunismo político

Antonio Caño

En una conversación sostenida con Juan Gabriel Valdés poco antes del anuncio del Ministerio del Interior británico sobre la inminente liberación de Augusto Pinochet, el ministro de Relaciones Exteriores chileno advertía de que, a partir del próximo lunes, el Gobierno británico tendría que elegir entre tres opciones: entregar a Pinochet a Ricardo Lagos, entregarlo a Joaquín Lavín o no entregarlo.El ministro del Interior británico, Jack Straw, ha preferido resolver el caso antes de enfrentarse a esa disyuntiva. Si Lavín se convirtiese el domingo en el nuevo presidente, Londres no podría haber evitado sentirse en parte responsable de esa elección y se hubiera visto obligado, en definitiva, a entregar a Pinochet a un colaborador de la dictadura después de habérselo negado durante 15 meses a un Gobierno de centroizquierda integrado en gran parte por víctimas de la dictadura.

Más información
Lagos y Lavín: "Pinochet puede ser juzgado en Chile"

La izquierda chilena había advertido claramente de que la detención de Pinochet estaba cercenando las opciones de victoria de Ricardo Lagos. El propio Lagos negó ayer que él o alguno de sus colaboradores hubiera hecho llegar esa preocupación al Gobierno británico. "Eso es desconocer cómo funcionan las relaciones internacionales", dijo el candidato socialista. Pero es difícil ignorar, pese a todo, el oportunismo político de la decisión británica a sólo cinco días de las elecciones presidenciales en Chile. Londres se coloca así al margen de toda responsabilidad por lo que ocurra el próximo domingo en las urnas y, de paso, es posible que le haga un favor a sus correligionarios políticos en este país latinoamericano.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_