La familia ratifica que la embarazada fallecida pidió que salvaran al feto

Familiares de la mujer embarazada que falleció hace tres semanas y a la que se le está prolongando la vida artificialmente en el hospital asturiano de Cabueñes (Gijón) para culminar la gestación del feto, de 26 semanas, han confirmado que la decisión de salvar al bebé fue tomada antes de fallecer por la propia madre, quien conocía su estado irreversible. Un medio informativo había apuntado la posibilidad de que la decisión clínica hubiera sido adoptada por el equipo médico y de forma no unánime, sin el consentimiento de la embarazada, Milagros L. M., de 34 años.Uno de los siete hermanos de la mujer, Jesús, confirmó a una cadena de televisión y a un periódico regional que Milagros "sabía que iba a morir y sólo quería salvar a su hijo. Cuando ya no podía hablar, escribió en una pizarra que le salvasen la vida al pequeño". Otro pariente confirmó también a otro diario asturiano que "la familia estuvo informada desde el primer momento" y que fue la fallecida quien "poco antes de morir pidió que salvasen a su hijo". Milagros L. M., natural de la localidad asturiana de Luanco carecía de pareja estable, según su familia, quien asegura que su embarazo fue una decisión voluntaria y consciente. La mujer falleció por "una hemorragia cerebral masiva", según el parte médico.