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MIGUEL ARRETXE DIRECTOR DEL FESTIVAL DE TÍTERES DE TOLOSA "Todos necesitamos sentirnos un poco más inocentes"

El ámbito cultural de las últimas semanas en Euskadi ha estado dominado por los títeres, esas pequeñas figuras animadas que han trasladado a miles de ciudadanos a mundos irreales. Varios festivales dedicados a las marionetas se han celebrado en Vizcaya y Navarra. Se trata, en definitiva, de todo un fenómeno coronado el pasado domingo en Tolosa con la 17ª edición del Festival de Marionetas, que ha atraído a más de 24.000 espectadores, con lo que supera un nuevo año las expectativas más optimistas.Para Miguel Arretxe, director del festival tolosarra, todos necesitamos volver a ser "un poco más inocentes o algo más niños". "A pesar de ser conscientes de que siempre hay algún truco, solemos quedar cautivados ante cualquier número de magia. Creo que con las marionetas sucede algo parecido. El títere tiene esa magia, ese encanto, que con la complicidad del espectador, hace que al final acabemos creyendo algo que objetiva y racionalmente no se puede explicar".

Considera que estos festivales son "escuelas vivas", marcos excepcionales en los que las diversas compañías pueden contrastar su trabajo con lo que se hace en otros países. En Tolosa, participaron 25 grupos en representación de siete países. Junto a las compañías vascas y del resto de España, ha habido representantes de naciones tan dispares como Brasil, Rusia, Hungría, Bulgaria, Francia o México. Arretxe destaca el papel de las agrupaciones vascas -las vizcaínas Gorakada y Cobaya, y la guipuzcoana Taun Taun-, a pesar de que la producción no haya sido este año excesivamente alta. "No tienen nada que envidiar. En los últimos años, se ha constatado un salto cualitativo muy importante que las equipara con otras compañías de alto prestigio", dice.

En opinión de Arretxe, el arte de los títeres está sufriendo las mismas influencias que se dan en otras disciplinas como la música o la pintura. "Las tendencias son paralelas. Lo único que cambia es el medio", afirma. De todas formas, considera que la corriente predominante en el títere es la de "mostrar al actor", es decir, sacarlo del parapeto físico y de luz que lo protege. "Siempre que las marionetas no pierdan el protagonismo o que el actor no sea parásito del títere, creo que está bien", concluye.

En este contexto, una de las apuestas más fuertes del Centro de Iniciativas de Tolosa, entidad organizadora del certamen, ha sido la creación de un jurado formado por siete escolares de la localidad guipuzcoana. "Teníamos muchas ganas de dar un premio, pero no con la seriedad habitual", opina. "Había que huir de todas las suspicacias que se crean en torno a un jurado. Por eso, surgió la posibilidad de que estuviera formado por niños. Ha sido muy positivo. Ellos lo han tomado muy en serio y el año que viene repetiremos la experiencia", añade.

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