Bruselas propone la prohibición inmediata de los mordedores de PVC para niños

La Comisión Europea propuso ayer prohibir la comercialización de los juguetes y artículos de puericultura fabricados con PVC que contenga ftalatos, una sustancia química utilizada para hacer flexible el PVC. La medida, que será efectiva dentro de unas dos semanas, se ha tomado al demostrarse que los ftalatos pueden provocar afecciones hepáticas, renales y testiculares al ser ingeridos. No podrán usarse en la fabricación de juguetes que puedan ser introducidos en la boca de un niño. Los juguetes no ideados para morder deberán indicar en su etiqueta si llevan esos compuestos.

Los ftalatos son utilizados para plastificar y para hacer flexibles materiales fabricados con PVC. A menudo son utilizados en la fabricación de juguetes que imitan chupetes y que los niños introducen en su boca porque al ser moldeables es agradable chuparlos. Pero ese gesto puede ser peligroso al demostrarse, tras varios meses de polémica, que pueden acabar siendo tóxicos.Ante esas evidencias, y pese a las protestas de los fabricantes de juguetes de PVC, la Comisión propuso ayer prohibir su utilización en los juguetes destinados a niños menores de tres años, siempre y cuando el juguete, dadas sus dimensiones, pueda ser utilizado como chupete aunque no sea ese el destino que le quiere dar el fabricante.

La medida afecta en particular a los anillos de dentición, tetinas y sonajeros. La Comisión pretende garantizar así que los niños de corta edad no puedan ingerir cantidades peligrosas de ftalatos que migran a la saliva desde el juguete.

Desde que en julio de 1998 la Comisión publicó sus primeras recomendaciones, ocho Estados miembros han tomado medidas para restringir el uso de ftalatos en la fabricación de juguetes y artículos de puericultura. Francia, Alemania, Grecia e Italia han prohibido su uso en juguetes; Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia lo han prohibido en cualquier tipo de productos. Además, el Reino Unido, Holanda y España han publicado normas de utilización controlada de estas sustancias.

La Comisión ha concluido ahora que la prohibición es la única medida que garantiza por completo la salud de los niños y ha decidido aplicarla por el procedimiento de urgencia. Entrará en vigor en los 10 días siguientes a su adopción final por la Comisión, previa consulta con el comité de urgencia compuesto por representantes de los Estados miembros. Ese procedimiento debería estar concluido en dos semanas, según los cálculos de la Comisión Europea.

España no va a modificar su posición. Continuará con la misma política negociada con las Comunidades Autónomas en septiembre del año pasado, que consiste en prohibir todos los productos que se puedan llevar a la boca los niños menores de tres años -hay un millón y medio de ellos en España- y superen los límites fijados por el Comité Científico de Toxicidad, Ecotoxicidad y Medio Ambiente de la UE, así como retirar del mercado los que incumplan ese acuerdo, según aseguró ayer Óscar López Santos, Vicepresidente del Instituto Nacional del Consumo.

López Santos considera más adecuada la postura española que la medida anunciada ayer por la Comisión de prohibir sólo los mordedores y etiquetar el resto de los productos que pudieran tener el mismo uso, informa Inmaculada G. Mardones. No obstante, España esperará a que se adopte una postura común de la UE dentro de 15 días.

Greenpeace, que ha encabezado la lucha contra el PVC, saluda la medida, aunque le parece insuficiente. "Lo lógico hubiera sido retirar todos los juguetes que contienen ftalatos, como se hizo con la carne sospechosa de estar contaminada por el agente infeccioso de las vacas locas, dice Pablo Mascareñas, responsable de la campaña de tóxicos de esta organización. Al presidente de la Asociación Española de Juguetes, Salvador Miró, sin embargo, le parece que es como matar moscas a cañonazos. Considera que la prohibición es acientífica y fruto de "las presiones de los verdes" en la Comisión Europea.