_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El milagro de la radio

SE CUMPLEN esta semana 75 años desde la emisión por Radio Barcelona del primer programa radiofónico producido en España. En estos años la radio ha logrado transformarse en el medio de comunicación por excelencia. Mientras no se invente una televisión que pueda verse con los ojos cerrados -en la duermevela cotidiana, por ejemplo-, la radio permanecerá como el recurso de información y comunicación más acogedor de nuestro tiempo. No es extraño que la efeméride convoque la atención unánime del público.La televisión o la prensa aspiran a acudir hasta los lugares más remotos, pero nunca han llegado tan lejos y a tantos sitios a la vez como la radio. Los periódicos han presumido de influencia selectiva, y la televisión, de un poder extensivo y fuerte, pero ninguno de los medios opera de la forma tan directa, accesible y persuasiva como las emisoras radiofónicas. A diferencia de las otras formas de comunicación que han enriquecido los contenidos, la radio se ha limitado a perfeccionar en un siglo la calidad de su sonido. Podría pensarse que se trata del medio perfecto, como es imperfectible el diseño de un barco o el de una bicicleta, a los que nunca han superado las novedades del tiempo.

Un medio idóneo en su condición, que sigue en lo fundamental idéntico a sí mismo y que, más que ningún otro, evoluciona en la mayor y más fiel dialéctica con su audiencia. Por eso quizá la radio es tan querida, tan entrañable. Entre el emisor y el receptor no existe ni la cifrada barrera de signos de la escritura ni el artificio teatral de la pantalla. La voz y el oído se unen en una relación sin mediadores. O los mediadores son tan sutiles y transparentes que cada oyente se siente adherido a la música o la palabra se le ofrece tan fácilmente que si llegara el momento en que la radio desapareciera sentiría la pérdida de una facultad personal.

Porque aquello que los profesionales del oficio llaman incansablemente "el milagro de la radio" no viene a ser, en suma, algo diferente a la propiedad de la radio para haberse convertido, con los años, de un instrumento técnico en una aparente facultad natural de la propia condición humana.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_