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Esquerra rechaza la "sugerencia" de Pujol de formar una coalición con CiU en las generales

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las 15 iniciativas legislativas que Esquerra Republicana ha presentado en el Parlament y que muestra como las "prioridades" de los independentistas serán analizadas hoy mismo en una nueva reunión entre los dos partidos. En esta ocasión, no obstante, el encuentro no se celebrará al máximo nivel. No asistirán ni Carod ni Pujol. Por parte de ERC acudirán el portavoz parlamentario, Josep Huguet, y el duro Joan Puigcercós.

La entrevista que en la tarde de ayer mantuvieron Pujol y Carod estuvo a punto de suspenderse a instancias de algunos de los más próximos colaboradores del dirigente republicano, como Puigcercós, que le propusieron que no se presentara a la cita. Entre los independentistas había una gran desconfianza hacia CiU por considerar que sus propuestas de colaboración no son sinceras, sino que responden a una estrategia para "limpiar su imagen" ante la colaboración que mantiene en los últimos años con el PP. Miembros de la cúpula de ERC encajaron especialmente mal la última insinuación de CiU: estudiar la posibilidad de presentar listas conjuntas en las próximas elecciones generales.

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Sugerencia

Carod explicó que en un momento de la reunión de ayer Pujol le "sugirió" la posibilidad de estudiar esta vía en las cuatro circunscripciones electorales. No obstante, el líder independentista añadió que no la consideró ni siquiera una propuesta formal. "Le he contestado que ERC piensa concurrir a los comicios con la misma identidad que lo hace en las elecciones desde 1931 [año de su fundación]", aunque agregó que trasladará la "sugerencia" a los órganos del partido.

A pesar de los negros presagios, la entrevista no fue crispada. A ello ayudó probablemente el hecho de que Pujol aceptara discutir en el terreno de juego propuesto por ERC: la conversación se limitó a asuntos que afectan a la investidura y no se abordaron aspectos como un eventual pacto de legislatura ni un Gobierno de coalición. Fuentes republicanas explicaron que Pujol se mostró inquieto e incluso nervioso, y que aguardó a Carod con las 15 iniciativas legislativas que ERC considera prioritarias sobre la mesa, un gesto que fue muy bien acogido por el dirigente republicano.

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El líder independentista explicó que habían examinado brevemente las 15 propuestas "una por una", pero rechazó precisar cuáles de ellas serán prioritarias a la hora de decidirse finalmente por la abstención. Carod admitió que algunas de las iniciativas "no se encuentran lejos de las afirmaciones de CiU".

En cualquier caso, Carod advirtió que a ERC no le servirán sólo compromisos en asuntos que, como la reforma del Estatut o un cambio en el sistema de finaciación, no dependen exclusivamente de la voluntad del Ejecutivo, sino que requieren el acuerdo de los dos grandes partidos. Así, ERC espera discutir aspectos sociales como una ley de familia -Carod ya insinuó cierto entendimiento con CiU sobre esta prioridad-, un plan de rescate de los peajes de las autopistas y una nueva ley de cajas. En estos dos puntos Carod afirmó que la entrevista con Pujol le había mostrado que no había coincidencia entre ERC y CiU.

Asimismo, el secretario general de Esquerra informó de que había reclamado a Pujol que su partido tenga dos representantes en el Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión. Esta exigencia, dijo, "puede ir ligada a la posición de ERC en la investidura".

Voto del PP

La postura de Carod, que ayer afirmó solemnemente que ERC no apoyará a Pujol en la investidura, obligará ahora al candidato nacionalista a buscar el apoyo del PP. Si el líder de CiU quiere ser investido en la primera votación, deberá contar con el voto afirmativo del Partido Popular. Y si los conservadores se abstienen en segunda instancia, Pujol se impondría también por un solo voto: 56 de CiU por 55 de PSC e Iniciativa. Empate técnico otra vez.

Carod no puso ningún impedimento ayer en que el PP vote afirmativamente la investidura de Pujol. Pero los ánimos están ahora muy encrespados entre los conservadores, que se consideran extremadamente ninguneados por Pujol.

Un alto dirigente del PP, tradicionalmente proclive al acuerdo con CiU, lo resumió ayer gráficamente: "Primero dicen que en Cataluña no somos nada, después que no quieren saber nada de nosotros porque se han enamorado de ERC y ahora querrán nuestro voto a favor". "¿A qué juegan?", se pregunta este miembro de la ejecutiva.

No obstante, el ministro portavoz, Josep Piqué, avanzó el martes los planteamientos del PP: "Todo el mundo puede contar con el sentido de responsabilidad del PP, pero hay unos límites y unos condicionamientos", dijo.

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