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12 tortugas son devueltas al mar en Premià tras haber sido curadas de sus lesiones Anzuelos y hélices, principal causa de las heridas

Doce tortugas marinas de la especie Caretta caretta retornaron ayer a su medio natural, en la playa de Premià de Mar, ante la presencia de unas 150 personas. Las tortugas estaban en el CRAM (Centro de Recuperación de Animales Marinos), donde les curaron diversas lesiones, como anzuelos clavados y fracturas en el caparazón provocadas por las hélices de las embarcaciones. La campaña de este año es la mejor desde que se inició la tarea, en 1994.

Los veterinarios del centro tuvieron que hacer frente también a enfermedades más graves, como la que presentaba la tortuga Arese, ingresada con una infección generalizada totalmente desconocida pero de la que se recupera favorablemente. El jefe clínico del centro, Ferran Alegre, aseguró: "La tortuga está ya muy recuperada, pero permanecerá en el CRAM todo el invierno para asegurar su restablecimiento".Pero además de curar a las tortugas, los especialistas del CRAM les han realizado pruebas analíticas para conocer su ADN y determinar su procedencia. Alegre apuntaba: "Sospechamos que la mayoría de las tortugas que tratamos provienen del Atlántico, lo que indica que la población de tortugas del Mediterráneo, por desgracia, no es todo lo numerosa que cabría esperar". Con estas pruebas el personal del CRAM podrá elaborar hipótesis sobre el estado actual del conjunto de la población.

Con la liberación de los 12 ejemplares concluyó ayer la campaña Ajudem-la 99, la mejor desde que se puso en marcha esta iniciativa. Las cifras muestran un progreso importante ya que de la decena de ejemplares recuperados en el año 1994, se ha pasado este verano al ingreso en el centro de 70 tortugas, de las cuales 55 están ya en libertad.

El éxito de la campaña, que consiste en dar asistencia clínica a los animales y devolver al mar los ejemplares de esta especie víctimas de capturas accidentales o de diversas patologías, se debe en gran parte a la colaboración de los pescadores que trasladan al CRAM las tortugas que capturan y a la cada vez más creciente aportación de los propietarios de embarcaciones de recreo.

Cada verano las altas temperaturas atraen el flujo migratorio de miles de tortugas de la especie Caretta caretta a la costa catalana. En ese momento, el CRAM pone en marcha la campaña que permite asistir a las tortugas.

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