Sube la presión
La presión alcista de los tipos de interés en Europa ganó ayer algunos puntos con la decisión del Banco de Inglaterra de elevar en un cuarto de punto, hasta el 5,25%, el precio del dinero en el Reino Unido. La Bolsa de Londres reaccionó negativamente ante este aumento de la retribución del dinero, y al cierre de la sesión bajaba el 0,87%. La bolsa española mantuvo todo el día una situación de improvisación que volvía a beneficiar a los profesionales del arbitraje y que, en cuanto a los índices, se decantó al final de la jornada por una discreta subida imitando a Francfort y París. Wall Street también registró un leve aumento de 2,2 puntos (0,02%).
El índice general de Madrid subía al cierre el 0,18%, 1,6 puntos, después de haber ganado hasta 5,73 y de perder 3,75, un margen suficiente para las aspiraciones actuales del mercado. En el mercado de deuda, la rentabilidad a 10 años registraba un ligero descenso que la mantenía en el 5,29%, muy cerca de los niveles máximos y en plena zona de presión.
La contratación en el mercado continuo fue de 109.909 millones de pesetas efectivas, 660,56 millones de euros, una cifra aceptable si hubiera sido capaz de darle alguna dirección al mercado, pero el estrecho margen que dejan las circunstancias chocó con el precio del petróleo y con el previsible encarecimiento de los alimentos frescos, como consecuencia de la sequía y del mal tiempo posterior, que hasta ahora habían salvado el IPC.
La defensa del actual nivel de los tipos de interés europeos se basa en que el crecimiento no provoca inflación y en que la masa monetaria crece a un ritmo lo suficientemente lento, pero en cuanto a la inflación es evidente que los responsables del BCE sólo se refieren a los países del norte de la comunidad. Con estas presiones, internas y externas, los profesionales del mercado apuestan por un nuevo movimiento lateral similar al que ha sufrido la bolsa durante la mayor parte del año en cuanto a los índices.