Cartas al director

Prostitutas en la Casa de Campo

Soy uno de los miles de corredores que a diario, y año tras año, nos hemos pateado la Casa de Campo de arriba abajo; no existe un solo rincón que no conozcamos. Y, al igual que nosotros, ciclistas, jinetes a caballo o viandantes que se relajan en cualquiera de sus bonitos rincones.Desde hace unos pocos años, lo que empezó como un gesto de convivencia con las prostitutas se ha ido transformando en una verdadera invasión en los lugares más transitados por niños. Hay un aparcamiento, subiendo la carretera de la Universitaria a Garabitas a mano izquierda, que se ha convertido en un verdadero polvo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Soy uno de los miles de corredores que a diario, y año tras año, nos hemos pateado la Casa de Campo de arriba abajo; no existe un solo rincón que no conozcamos. Y, al igual que nosotros, ciclistas, jinetes a caballo o viandantes que se relajan en cualquiera de sus bonitos rincones.Desde hace unos pocos años, lo que empezó como un gesto de convivencia con las prostitutas se ha ido transformando en una verdadera invasión en los lugares más transitados por niños. Hay un aparcamiento, subiendo la carretera de la Universitaria a Garabitas a mano izquierda, que se ha convertido en un verdadero polvorín: está sembrado de preservativos, gente fornicando sin ningún tipo de respeto a los demás que por allí pasamos con los niños en bicicleta o personas mayores que van al camino de la Zarza, donde está ubicado un monumento.

Hay enfrentamientos porque al dejar los coches aparcados allí, los proxenetas tienen este aparcamiento como suyo, y los que allí vamos a practicar nuestro deporte se nos mira mal porque molesta nuestra presencia.

Ya sé que la prostitución no está penada, pero el exhibicionismo y el vertido de basuras en zona verde, si no está penado, debería estarlo. Estas señoras no tienen ningún reparo en estar enseñando todo en una vía publica, asaltando los coches y distrayendo a los conductores, provocando accidentes a diario.

En el periódico EL PAÍS del día 26 de agosto leo que están dispuestos a trasladar el problema al alto de Garabitas, zona bonita donde las haya, precisamente por su inaccesibilidad. Por allí nos cruzamos cientos de deportistas y nos refrescamos en la fuente más popular, y en festivos nos alegra ver que esta zona está cerrada al tráfico. Ahora no sólo quieren llevar allí toda la basura que la prostitución genera, sino también poner autobuses.

Se puede usted preguntar qué hacer. Pues bien, lejos de tomar actitudes represivas, yo me ofrezco a dialogar y dar ideas al respecto, como por ejemplo lugares propicios para estas mujeres sin molestar a nadie y bien comunicados, así como información de cualquier lugar de esta bonita Casa de Campo. Como ejemplo le diré que un posible emplazamiento sería la carretera paralela a la M-30 desde la subida a Garabitas al antiguo puente de los Franceses. Ésta es una carretera que está cerrada al tráfico, pero que, de ser abierta, estaría bien comunicada y los coches pueden dar vueltas sin molestar a los conductores de otras carreteras, y no es una zona de paso de niños.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En