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La hipótesis del pirómano protector

El alcalde de San Lorenzo, José Luis Fernández-Quejo, no sabe qué pensar ante la reiteración de incendios en torno al monte Abantos (tres en dos años). "He llegado a pensar de todo. Incluso, si alguien que quisiera proteger el monte, pero que tuviera la mente muy retorcida, podría haber iniciado el fuego para montar mucho lío. No digo que esto haya pasado, pero sí es cierto que lo he llegado a pensar, porque no encuentro otra explicación. Los propietarios de la finca nunca prenderían fuego a unos terrenos que ya estaban recalificados de manera provisional por la Comisión de Urbanismo y por nosotros".El alcalde hace referencia a que la Ley Forestal de la Comunidad de Madrid es muy clara. En su artículo 48 se lee literalmente: "En ningún caso caso podrán tramitarse expedientes de cambio de uso de los montes o terrenos forestales incendiados en el plazo de treinta años, debiendo ser restaurada la cubierta vegetal afectada, incluso mediante la reforestación artificial cuando la regeneración natural no sea posible".

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El Prado de la Era, aún terreno rústico, ocupa una superficie de 310.000 metros cuadrados, de los que 154.000 metros serán urbanizables, 50.000 se dedicarán a infraestructuras y otros 70.000 más a suelo rústico forestal. No obstante, este artículo de la ley no afecta a la citada finca, porque el fuego, a pesar de haberse originado muy cerca, no llegó a quemarla.

La hipótesis del pirómano hace así agua. "Pues entonces no sé", dice el alcalde. "Son muchos incendios para ser casuales", termina.

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