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Entrevista:JOSÉ ASENJO SECRETARIO GENERAL DEL PSOE DE MÁLAGA

"El PSOE de los años 80 ya no sirve"

José Asenjo, malagueño de 51 años, visecretario general del PSOE andaluz, fue elegido el viernes secretario general del partido en su provincia, al frente de una ejecutiva en la que un joven de 25 años es el secretario de Organización. Asenjo propugna un cambio radical en la forma de trabajar en su partido y un reparto distinto del poder en la sociedad andaluza.Pregunta. En el documento político aprobado en el congreso se reclama una mayor participación de Málaga en los órganos regionales del partido. ¿Esto qué significa, más cargos? Respuesta. Lo que queremos es que el partido en Málaga tenga mayor presencia social, más capacidad para trasladar los problemas de los ciudadanos a la dirección del partido. No se trata de tener más cargos, lo que queremos ganar es influencia. P. ¿Esperaba el voto en blanco del 30% de los delegados? R. Incluso más. La época de los congresos con 90% a favor era la del voto por delegación. Ahora es individual y secreto. Y hay compañeros que querían estar y no estaban en la lista, y quienes probablemente no querían salir de la ejecutiva y eso justifica ese voto en blanco. P. Este congreso se ha convocado porque el PSOE perdió las elecciones municipales y europeas. Málaga ha sido la única provincia andaluza en la que perdieron. ¿Por qué? R. No ha sido tanto por eso. Hemos reconocido que teníamos problemas estructurales. Los mismos de hace cuatro años. Es el momento de resolverlos para tener más capacidad de aproximación a los ciudadanos y que nos vuelvan a ver como capaces de liderar esta sociedad. P. ¿Qué les falta para recuperar los votos que perdieron? ¿El centro? R. No. Tenemos que insistir en las políticas de izquierda. Muchos de nuestros votos de izquierda se han ido a la abstención y no somos capaces de movilizarlos y hay mucho voto joven al que no llegamos. Para conseguir una mayoría social necesitamos votos de progreso. Nuestro voto natural es el de izquierda. P. En la ponencia del congreso se dice que el partido trabaja como en los años 80. Que no ha sabido cambiar. R. Cuando se llegó al poder en el año 82, en el Gobierno y en la Junta se tomaron medidas muy importantes que exigían un partido muy cohesionado detrás. Eso llevó a una estructura de partido muy sólida, muy centralizada que fue muy útil durante los años 80, pero que ya no sirve. Porque cuando las cosas han cambiado, hemos perdido el poder, las siglas han perdido legitimidad y los líderes ya no son los mismos, el partido no ha cambiado, seguimos trabajando en una realidad distinta a la actual. P. De ese documento político se puede deducir que Andalucía está bastante por hacer. R. Manuel Chaves está preocupado por la aparición de localismos. Estamos en un proceso que debe evolucionar hacia una Andalucía cada vez más integrada y equilibrada. Lo que supone un reparto de poder más equilibrado en el territorio. La fuerza y la importancia de Málaga harán que su perfecta integración en Andalucía haga más fuerte el proceso autonómico andaluz. P. ¿Esa integración está por hacer? R. Se han dado pasos importantes. El proceso se inicia con el primer gobierno autonómico. Se sitúa el poder político en Sevilla, con el consenso de todos. Y eso tiene un efecto en el territorio. Ahora hay que ir evolucionando hacia un modelo cada vez más equilibrado. Málaga nunca ha recibido tanto, ni ha superado tanto su déficit histórico como en la etapa autonómica, con gobierno socialista. Sin embargo hay un sentimiento de agravio muy arraigado en la provincia, que quizá sea más una percepción que una realidad objetiva, pero existe y no debemos mirar para otro lado. Debemos entender el problema y hacer una oferta a los ciudadanos para que se supere este sentimiento que está muy consolidado. Además ha aflorado en cuestiones, que parecen anecdóticas pero que no lo son, como en partidos de fútbol. P. En el congreso han dicho que se ha producido una concentración de infraestructuras en otras ciudades. No citan a Sevilla, pero es obvio que están pensando en la Expo"92. R. Por no confundir las cosas, ni abrir un debate que no contribuye a nada bueno, insisto en que hablamos en términos históricos. En el siglo XX ha sido así y se ha corregido en los últimos años. Se ha iniciado un proceso de inversiones en Málaga, pero ahora hace falta también un adecuado equilibrio del poder en el territorio. Esto afecta a la sociedad andaluza en general. Por ejemplo, la Confederación de Empresarios de Andalucía tiene una estructura muy centralizada en Sevilla, muy poco presente en el resto del territorio. Así que lo que planteamos no sólo es un problema de carácter administrativo, sino más amplio: cómo se construye este espacio político nuevo que es Andalucía, que es además un espacio económico, social y cultural. P. ¿Eso tiene algo que ver con que la CEA esté en contra de que Málaga sea sede de una única caja de ahorros andaluza?. R. No se debe discutir dónde debe estar la central de esa nueva entidad, igual que no se discutió en su día que en Sevilla iba a estar el poder político, o en Granada el Tribunal Superior de Justicia. Si Málaga es la capital financiera, es lógico que se piense que esté aquí la sede si se produce la integración de las cajas. Pero si la cuestión territorial impide la fusión, se pone de manifiesto que estamos ante un problema que tenemos que resolver entre todos. P. ¿Que papel juega el presidente de la CEA en este debate? R. El presidente de la CEA ha sido siempre partidario de una caja única. Después ha cambiado de opinión y eso tendrá que explicarlo él. El proceso de concentración de entidades de ahorro es bueno para la economía andaluza. Por lo tanto el poder político andaluz debe favorecer ese proceso, que exige un fuerte consenso de las fuerzas sociales, económicas y políticas de Andalucía. Estamos aproximando opiniones respecto a la ley de cajas y confío en lograr un acuerdo sobre cómo se debe de ir hacia una gran entidad de ahorro andaluza. P. En el congreso usted distinguió la Andalucía solidaria, que quieren los socialistas, de los localismos demagógicos, que en su opinión fomenta la derecha. R. Hay una realidad histórica. La derecha no ha creído nunca en Andalucía. Desde el referéndum autonómico en que empezó a hablar de dos andalucías, hasta la actitud del PP en estos años, fomentando elementos de identidad locales frente a otros. Y eso lo único que hace es crear un caldo de cultivo que sólo favorece al populismo de peor estilo y el localismo insolidario. P. Parece que los andaluces en general tienen un fuerte sentimiento de pertenencia a su pueblo y a España, pero no a Andalucía o a Europa. R. Es evidente que en Andalucía no hay un sentimiento nacionalista profundo. Al contrario, la gente se siente muy identificada como española. Pero Andalucía es un espacio político, social y económico definido. Hay que realizar un proceso que articule socialmente Andalucía y su economía, porque es bueno para su desarrollo, al margen de un sentimiento más o menos andaluz. P. En el congreso también hablaron de que en el futuro esta sociedad será multiracial. R. El entorno de Málaga se está configurando como la gran urbe andaluza del siglo XXI, en donde ya conviven gentes de diferentes países y se hablan diferentes lenguas. Eso responde mucho al modelo de sociedad global actual. Málaga es una provincia litoral frente a Marruecos, muy afectada por los problemas de inmigración. Éste es un asunto que solamente se arreglará si se favorece el desarrollo del norte de África. Pero hay que definir también una política europea de inmigración. Esta zona va a ser multirracial y multiétnica y hay que ir favoreciendo los elementos educativos que eliminen la xenofobia y el racismo. Hay que hacer ver a la gente la ventaja de vivir en nuestra sociedad con personas de otras razas.

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