EL MÉDICO EN CASA Un botiquín de guardia

Si ya se encuentra en la playa, en la montaña, o simplemente anda por ahí, de trotamundos, aún está a tiempo de tomar unas mínimas precauciones para cuidar su salud durante las vacaciones. Un sencillo botiquín y algunas recomendaciones le evitarán más de un problema. Por ejemplo: los que viajan en coche y sufren mareos, pueden recurrir a algún medicamento tipo biodramina o cinfomar, que deberá ser ingerido una media hora antes de ponerse en marcha. Suelen ser eficaces y ayudan a hacer un viaje más tranquilo. Respirar profundamente y relajarse, cerrar los ojos, o mirar al horizonte -nunca fija...

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Si ya se encuentra en la playa, en la montaña, o simplemente anda por ahí, de trotamundos, aún está a tiempo de tomar unas mínimas precauciones para cuidar su salud durante las vacaciones. Un sencillo botiquín y algunas recomendaciones le evitarán más de un problema. Por ejemplo: los que viajan en coche y sufren mareos, pueden recurrir a algún medicamento tipo biodramina o cinfomar, que deberá ser ingerido una media hora antes de ponerse en marcha. Suelen ser eficaces y ayudan a hacer un viaje más tranquilo. Respirar profundamente y relajarse, cerrar los ojos, o mirar al horizonte -nunca fijar la mirada en la cuneta- son trucos sencillos para dominar el nudo del estómago y el vértigo. Con el mareo suelen llegar los vómitos; por eso se aconseja llevar bolsas de plástico a mano, sobre todo si hay niños. Con frecuencia, al llegar al lugar de destino, los alimentos y en especial el agua de la zona, sientan mal. Se producen las diarreas. Una dieta adecuada ayudará a resolver el problema en 48 horas. Pero tampoco está de más tener a mano algún antidiarreico. Si no es así, el agua con limón, o el bicarbonato y un poco de sal ayudan a pasar el mal trago. Algunos médicos centroamericanos recomiendan beber un refresco de cola. Ingerir agua en abundancia, pero en pequeños tragos, es muy recomendable para evitar la deshidratación. Si no se observa mejoría, se debe acudir al médico. La automedicación no es recomendable en ningún caso. Las diarreas en los ancianos y en los niños requieren una vigilancia especial. La cartilla sanitaria, y un pequeño historial de aquellas personas que estén en tratamiento, no deben faltar en el botiquín, al que habrá que añadir: tiritas, algún desinfectante, vendas, esparadrapo, tijeras, pinzas, amoníaco de farmacia, analgésicos, aspirinas, guantes desechables, jabón neutro, termómetro... Y sobre todo, buena suerte.

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