_
_
_
_
_

Una dieta rigurosa en exceso y el descontento con el propio cuerpo, primeras señales de alarma

Los especialistas en trastornos alimentarios Paul Garfinkel, director y jefe de psiquiatría del Instituto Clark de Toronto, y Anna Vandeputte, psicóloga de la clínica belga Broeder Xalesiana de Tienen, subrayaron ayer la importancia de la moda y los medios de comunicación en el incremento de estas enfermedades. "Se ha exagerado muchísimo la necesidad de que las mujeres sean muy delgadas", indicó Garfinkel. Pero la moda "no es la única causa", matizó. "El temperamento del individuo y algunas experiencias tempranas" son otros factores desencadenantes de la enfermedad, según el experto canadiense. Por su parte, la doctora Vandeputte reiteró la necesidad de proceder a un tratamiento temprano de la anorexia y la bulimia, lo que "permitiría la recuperación de hasta el 90% de los casos", frente a las tasas medias, situadas entre el 65% y el 70%. Sobre ese 30% de los pacientes que no logra la recuperación, Vandeputte señaló que suelen tener "otro tipo de problemas añadidos", que van desde haber sufrido agresiones sexuales hasta padecer trastornos de personalidad.

Más información
La anorexia afecta a medio millón de personas en España y alcanza ya a niñas de nueve años

Paul Garfinkel desgranó las señales de alarma sobre las que tiene que estar pendiente el entorno familiar: "Es normal que en la adolescencia se inicie una dieta, pero si cuando ya se ha llegado al nivel de peso elegido inicialmente se sigue bajando, ése es el primer síntoma alarmante. Después está el que las enfermas se muestren más críticas con su cuerpo, que se vuelvan más reservadas, que comiencen a aislarse y, en las mujeres, la pérdida de la menstruación, que es el primer síntoma que aparece en un 20% de los casos". Síntomas más evidentes son tirar comida a la basura, ir al baño después de comer y entrar en una depresión profunda.

Para Garfinkel, esta enfermedad occidental, que afecta en un 90% a mujeres (y del resto, en un 30%, a homosexuales masculinos), se presenta en personas desamparadas. "Dejar de comer significa tener control sobre el propio cuerpo, algo que se hace cuando no se tiene control sobre la propia vida", indicó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_